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CHALCHIHUITÁN, Chis., a 23 de diciembre de 2017.-Representas del pueblo de Chalchihuitán, reconocen la voluntad política del subsecretario de Derechos Humanos, de la Secretaría de Gobernción, René Juárez Cisneros quien ordenó en forma concreta y contundente destrabar algunos puntos para el retorno de la paz y tranquilidad de la regiónm principalmente para atender a los desplazados
En reunión privada, los pobladores de Chalchihuitán acusaron en forma abierta a Manuel Velasco y Juan Carlos Gómez Aranda de tolerar a los grupos armados y permitir el desplazamiento interno de los tzotziles de esa localidad.
De acuerdo con la versión de los representantes de Chalchihuitán, Gómez Aranda los trata con arrogancia, desprecio y una actitud grosera, por lo que en forma frontal lo hicieron ver a Juárez Cisneros quien pidió que se atendieran en forma inmediata los puntos que permitan distencionar el conflicto.
«Dejamos en claro que no recibiriamos a Manuel Velasco en Chalchihuitán, sino cambiaban su arrogancia y prepotencia. Advertimos que el pueblo los recibiría con tomate y huevos. Ya estamos cansados de humillaciones y desprecio. Han pretendido en forma infructuo minimizar la muerte de los niños,mujeres y adultos mayores que fueron desplazados.
En los campamentos, todavía hay frío, hambre y temor, explicaron algunos de los pobladores de Chalchihuitán, quienes denunciaron que puro alimento chatarra les está enviando Velasco Coello.
«El pueblo de Chalchihuitán come frijol, tortilla y fruta. Aquí no comemos sardinas y alimentos cáducos. Somos gente pobre pero con dignidad. Y menos ibamos a permitir que nos amenazaran, que nos hostigaran, no somos delincuentes, somos las víctimas».
El conflicto no se ha solucionado, ya que no se ha castigado a los culpables del homicidio de los desplazados de Chalchihuitánm ni se han cubierto los daños a casas y todo lo que los grupos armados se robaron.
El pueblo de Chalchihuitán externa su profundo agradecimiento a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y organismos de derechos humanos, quienes se encuentran preocupados por la dramática situación que viven los desplazados en montañas sufriendo de frío y hambre. En donde los niños han dejado de soreir, jugar e ir a la escuela por temor a caer muerto por las balas de las armas de los paramilitares.