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SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, Chis., a 22 de octubre del 2017.- Ha iniciado ya en esta colonial ciudad, la tradicional venta de calabazas con motivo al «Día de Muertos», el 1 y 2 de noviembre.
En esta celebración se acostumbra a comer calabaza en dulce con panela o piloncilllo y azúcar y también sirve para adornar los altares en memoria de los santos difuntos.
«Ya hay calabacita tía», dicen en mercados, plazas y camionetas de redila que venden calabazas que se cultivan en tierra caliente desde donde se traen en grandes cantidades a San Cristóbal.
Dice doña Eulalia Torres que la calabaza que ella vende en la plazuela del barrio San Ramón, viene del municipio de Acala, de la rivera del Río Grijalva, de tierra caliente pues aquí no se da esa calabaza de muertos por ser una zona de clima frío, indica.
Es así como se pueden encontrar varios puestos con venta de calabaza chicas, medianas y grandes con precios que van desde los diez pesos hasta 50 pesos o más, dependiendo si es una calabaza extragrande.
Si no se compra con tiempo, antes del mero día de muertos, va a subir de precio, señala la mujer.
La calabaza se vende acompañada de chilacayote, un fruto de la región que también se come en dulce.
La calabaza no puede faltar en esta festividad de los muertos como tampoco el pan de muertos y los tamales.