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TAPACHULA, Chis., a 09 de octubre de 2017.-Unos 300 migrantes que viajan de manera irregular, entre hombres, mujeres y niños que huyen de la violencia y pobreza de sus país; cruzaron este lunes las garitas migratorias de El Hueyate y Huixtla sin ser detenidos por agentes migratorios.
Bajo los fuertes rayos del sol; el salvadoreño José Funes camina cargando en la nuca a su hijo de cuatro años de edad, mientras que su esposa lleva en brazos al de dos años.
La familia decidió emigrar con 40 dólares para su pasaje, debido a la violencia que impera en ese país, además de la falta de trabajo.
Explica que en el Salvador trabajaba arreglando zapatos, con un ingreso semanal de entre 30 y 80 dólares (unos mil 280 pesos).
Relataron, que este lunes cruzaron de forma irregular a territorio mexicano por el río Suchiate, que sirve de división política entre México y Guatemala; y posteriormente, llegaron a esta ciudad en transporte público, sin ningún problema, donde se univeron a la carava Guadalupana.
En esta caravana también viaja la hondureña Yadira Martínez con sus hijos de cuatro, siete, 10 y 13 años de edad; quien explicó que la violencia provocada por pandilleros la obligaron abandonar su país para salvaguardar la integridad de sus hijo.
«Los niños y jóvenes no tienen futuro en mi país, hay mucha violencia que generan las pandillas, por eso prefieron huir antes que nos maten», señala la mujer, quien era de oficio cocinera.
Maicol, un adolescente de 15 años; se unió también a la caminata, junto con otros tres menores de edad; que decidieron emigrar a Estados Unidos.
«Yo emigré por que mi familia es muy pobre, allá e ni país (Honduras) no hay trabajo, quiero llegar a Estados Unidos para ayudarlos», explica.
Visiblemente cansada, María Antúnez, de 60 años de edad; explica que decidió abandonar su natal Honduras debido a que pandilleros querían reclutar por la fuerza a su hijo, bajo la amenaza de que los matarían si se negaban.
Tras caminar por más de cuatro horas bajo tempraturas de unos 40 grados, la mujer señala que se le bajó la presión, pero aún así, no desistirá de seguir en la caravana, ya que es por salvar la vida de ella y su hijo de 18 años de edad
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Tras caminar por espacio de cinco horas, los migrantes integrantes de la caravana Guadalupana cruzan el primer punto migratorio El Hueyete, ubicada en el municipio de Huehuetán, donde los agentes migratorios sólo se limitaron a tomar fotos.
¡Si si pudo!, ¡los migrantes no somos criminales, somo trabajadores internacionales!, ¡migrantes solidarios! y !Migrantes unidos jamas serán vencidos!, fueron algunas de las consignas que gritaban mientras cruzaban sin ser detenidos por la garita migratoria.
Cuatro horas después, el grupo de migrantes de Honduras, El Salvador, Guatemala y Nicaragua, cruzaron sin ser detenidos el segundo punto de inspección federal, donde se ubican oficinas del Instituto Nacional de Migración (INM), Sistema de Administración Tributario (SAT) y elEjército Mexicano.
Al respecto, el sacerdote José Filiberto Velázquez Flores; indicó que esta es una manera de evidenciar la crisis humanitaria que existe todos los días en el tema migratorio.
«Esta es una muestra que todos juntos y unidos se tienen que cambiar las políticas migratorias de este país, por que no puede ser posible que las autoridades los obliguen a tomar rutas que los ponen en manos del crimen organizado y policías con estos retenes».
«Somos un pueblo soberano y por ello necesitamos solidarizarnos con el pueblo migrante de Centroamérica que busca refugio», dijo el religioso.
El director de Pueblos sin Frontera, recordó que desde el 2007 se han organizado unos 10 viacrucis y caravanas de acompañamiento al pueblo migrante que cruza de manera irregular el país, con el objetivo de llegar a Estados Unidos.
-¿ Hay algún permiso para que los migrantes transiten sin documentos por el país?
– Tenemos el permiso de Dios, el permiso nos lo da el derecho de emigrar, el derecho de la justicia, no necesitamos un permiso cuando sabemos que los países como México y Centroamérica los han convertido en un infierno donde no se puede vivir.
Irineo Mújica, acusó a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) de convertir a Tapachula como la segunda Centroamérica, debido a que entretiene a los solicitantes de refugio por varios meses y al final les niegan el permiso.
Tapachula es un tapón donde los migrantes se van quedando en espera de que COMAR les resuelva la solicitud de refugio.
Abundó que los y las mujeres migrantes que integran esta caravana pondrán su mano de obra para la reconstrucción de las zonas afectadas por el sismo en Oaxaca, en reciprocidad con el pueblo de México que siempre los apoya en su tránsito por este país.
Al final de cuentas, el migrante quien siempre termina construyendo los países destrozados por huracanes o terremotos.