Noche violenta en Culiacán: ataques armados y vehículos incendiados
IXTEPEC, Oaxaca, a 17 de abril de 2017.-La noche del 16 de abril de 2017, Domingo de Ramos, aproximadamente 200 hombres y mujeres centroamericanos subieron al tren que de Ixtepec que partiría hacia Medias Aguas. En este momento el tren se encuentra parado en Ixtepec, impidiendo la continuación del Viacrucis. Para los migrantes, la reivindicación del tren simboliza la lucha por el derecho a un tránsito libre y seguro. Mientras no existan condiciones para la vida en Centroamérica, o para transitar de manera segura a través de México, incluso un tren de carga que amenaza con quitar la vida y la integridad física es preferible. Llevaran su lucha hasta las últimas consecuencias.
A pesar de los peligros tan graves que el tren de carga representa para las personas indocumentadas en su viaje por México, hasta hace poco, este era el medio de transporte más utilizado para migrar del sur al norte del país. Sus pasajeros han sido históricamente las personas más pobres, aquellas que no pueden pagar tarifas de coyotaje y deben exponerse a la máxima precariedad. Muchas veces, el tren es la única opción para los mismos mexicanos que enfrentan desplazamiento forzado interno por degradación ambiental y violencia.
Sin embargo, con la implementación del Programa Frontera Sur, las rutas migratorias se han alejado de las vías férreas debido a violentas redadas migratorias, incrementando los peligros del viaje hacia el norte. El Programa Frontera Sur fue presentado como un programa humanitario para eliminar los riesgos de mutilación, muerte, violación y secuestro que enfrentaban quienes decidían transitar en tren, pero este en realidad sólo ha servido para criminalizar a los migrantes y refugiados con un aumento en el uso de la fuerza del estado, arrinconándolos a zonas de mayor inseguridad.
En la madrugada del día lunes 17 de abril, la mayoría de participantes del Viacrucis de Refugiadas 2017 permanecen en el tren parado en Oaxtepec, a pesar de que su partida hacia Medias Aguas estaba prevista para las 8 p.m. del Domingo de Resurrección. Su posición es firme. Resistirán los intentos de disuasión porque su mensaje es claro: el tren es de los pueblos
migrantes pauperizados, perseguidos y expulsados de sus tierras. De esta manera exponen la crueldad de las políticas migratorias de Estados Unidos y México, así́ como la obscenidad de la desigualdad y la violencia estructural en Centroamérica.
Al tiempo que la lucha migrante se levantaba con vida propia en el tren, un grupo de más de cuarenta mujeres y niños avanza hasta Coatzacoalcos por carretera, donde fueron recibidos por organizaciones locales solidarias, activistas internacionales y la prensa. Mujeres y niños que han protestado por ocho días dan una lección de resistencia. Ellos también siguen en pie de lucha, esperando encontrar a sus compañeros que vienen en el tren para avanzar a la Ciudad de México.
El Viacrucis de Refugiadas 2017 rechaza cualquier intento de criminalización de la protesta. Sus acciones son pacíficas.