Contención migratoria tiene la solución en frontera sur: Ken Salazar
SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, Chis., a 16 de abril del 2017.- El obispo Felipe Arizmendi Esquivel, manifestó que es urgente que en vez de sangre y muerte, haya resurrección, haya paz y armonía social.
En su mensaje dominical, señaló que tal es el caso de los municipios de Oxchuc y Chenalhó, y otras partes del nuestro estado, donde hay confrontaciones, divisionismos, enfrentamientos, heridos y muertes.
Arizmendi Esquivel, afirmó que para que haya paz y armonía social, es necesario sacrificar las propias ansias de poder, para que prevalezca el diálogo y la reconciliación.
“Es necesario renunciar a la ambición de dominar a los demás y de imponer la propia opción política, por encima del bien de la mayoría de la comunidad.
Es necesario respetar el derecho al libre tránsito, así como el derecho de pertenecer al partido y a la organización de la propia preferencia, sin amenazas ni exclusiones”, expresó.
Monseñor Arizmendi, enfatizó que los recursos públicos, fruto de nuestros impuestos, no pueden estar condicionados a presiones pre y poselectorales. Es necesario respetar sobre todo el derecho a la vida y a la libre expresión, sepultando y destruyendo para siempre las armas, el odio y los instintos vengativos.
De igual forma, es necesario, canalizar las inconformidades a las instancias necesarias, para no bloquear carreteras, que matan al turismo y la paz social.