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Vinculan a proceso a papás del bebé abandonado en Tultitlán
SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, Chis., 19 de noviembre de 2016.- Con el objetivo de controlar los flujos migratorios en la región fronteriza, ha aumentado la presencia militar, de puestos y retenes de control migratorio, en detrimento de un enfoque de seguridad humana, dieron a conocer activistas que participaron en la Misión Internacional de Observación de los Derechos Humanos.
Expusieron que observaron un patrón común en la consolidación de un enfoque de seguridad nacional, para controlar la migración en esta frontera.
Un ejemplo de ello, es la falta de acceso al derecho de asilo y protección Internacional, para las personas que se están desplazando desde Centroamérica a causa de la violencia generalizada, y para quienes no existe un sistema de integración adecuado que permita asegurar condiciones mínimas de seguridad vital.
También se ha observado un patrón común de criminalización, persecución y represión a migrantes, mencionaron.
En la mayoría de los casos de violaciones de derechos humanos escuchados por Misión, se identifica una responsabilidad directa de autoridades públicas, en colusión con el crimen organizado y de empresas nacionales y trasnacionales, las cuales actúan mediante la cooptación y la corrupción del sistema de justicia, apoyándose con la presencia de empresas de seguridad privada y grupos de civiles armados.
Junto a esto, registramos algunas condiciones que fortalecen y acrecientan la violencia. Una de ellas, es sin duda, es la impunidad observada y registrada en los recorridos de la Misión y que se alimenta de la falta de acceso a la justicia tanto para las mujeres, como para los y las migrantes, los pueblos defensores y defensoras de derechos humanos.
Otra condición más, es la corrupción que atraviesa todos los ámbitos de la cultura política, social, económica y jurídica, de ambos países México- Guatemala.