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Indicador pólítico
(Primera Parte)
Nezahualcóyotl, 1° de noviembre, 2016.- Desde anoche, en el barrio, los chamacos andan alborotados: se disfrazarán para salir a la calle, al pardear la tarde, a pedir “su calavera”; tocaron de puerta en puerta y en hogares y tienditas recibirán un puñado de dulces.
Las mamás saben que hoy toca: apurarse a los quehaceres domésticos, hacer de tripas corazón y habilitar el disfraz elegido por el chamaco, que va desde la simple cara decorada como calaca, hasta exquisiteces como La Catrina, El Diablo, el Dandy o los derivados del sincretismo derivados tipo calaveras de Posada y de las popularizadas por las pelis de Luis Kelly (Calacán) y Tim Burton: El extraño mundo de Jack.
Los chamacos van y vienen de la papelería: con papel de china, celofán, crepé; con económicos estuches de cremas variopintas para maquillarse, y las mamás completan con productos de su cosmetiquera: bilé, delineador, polvos para chapitas coloradas-coyoyayas, rímel para endurecer las pestañas… De entre las herramientas hogareñas salen la pala del Enterrador, el tridente del Diablo, complementos para El Hombre Manos de Tijera, el globo para hacer alguna máscara de papel maché con periódico y engrudo, pinturas acrílicas, pinceles…
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