Periodistas debaten sobre La búsqueda de la verdad en el FICG
SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, Chis., 29 de agosto de 2016.- Padecer alguna discapacidad y ser pobre, complica las cosas, ya que no queda de otra que vivir de la limosna, manifestó don Manuel Hernández, quien perdió parte de sus piernas al sufrir un accidente en un banco de arena.
Ante la falta de una silla de ruedas, usa dos muletas de madera, con las que se desplaza por las calles del centro histórico quien a pesar de situación se muestra amable y sonriente.
Expresó que es muy difícil la vida de una persona discapacitada, porque en primera no tienen ni para la comida, por lo que se ven en la necesidad de pedir ayuda en la vía pública.
Don Manuel, pidió que se promuevan espacios adecuados para los discapacitados, que haya rampas y que estas sean respetadas por los automovilistas.
También, dijo que hay muchas personas con este padecimiento que necesitan una silla de ruedas, pero su situación no les permite comprar una silla de ruedas, de ahí que se deben buscar alternativas para ayudar este sector.
Todo se puede aguantar, pero a veces, lo que más duele es la indiferencia de la gente hacia las personas discapacitadas.
Manifestó que cuando bien le va, recibe monedas de 5, 10 pesos, hasta 30 y 50 pesos, pues se ha encontrado con personas dadivosas, como también con personas indiferentes que ni siquiera lo voltean a ver o le brindan un saludo.
«Hay de todo en la viña del señor», comentó, tras exigir sean visibilizados y respetados sus derechos, por ejemplo, que al cruzar la calle se les dé paso y no los quiten de la banqueta a donde llegan a ganarse el pan de cada día.