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SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, Chiapas; a 4 de julio del 2016.- En Chiapas, deambulan en las calles, más de 52 mil niños y niñas trabajadores, vendiendo productos y ofreciendo diversos servicios, para ganarse el pan de cada día y ayudar a la manutención familiar.
Jennifer Haza Gutiérrez, directora de Melel Xojobal, una asociación civil que promueve los derechos de la infancia, enfatizó que mientras no se reviertan las condiciones de pobreza, la niñez seguirá trabajando.
Tan solo en San Cristóbal, existen mil infantes trabajadores y alrededor de 1200, acompañan a sus familiares, mientras éstas realizan sus actividades laborales.
De acuerdo al Conaval, 7 de cada 10 niños, viven en condiciones de pobreza y en Chiapas, 8 de cada 10 niños, viven en estas condiciones.
Frente a esta situación, todos los miembros de la familia tienen que contribuir al gasto familiar para garantizar su subsistencia y el acceso a la escuela, a la salud.
“Los papas y las mamas también desean que sus hijos vayan a la escuela, pero el Estado, no ofrece las condiciones para ello, sabemos que hay que pagar útiles, cuotas, transporte y para todos se necesita dinero”.
Haza Gutiérrez, dijo que de acuerdo a los últimos conteos, la mayoría de las niñas y niños que trabajan en las calles, se encuentran bajo el cuidado de sus padres o están acompañados de sus familiares o hermanos mayores y un 80%, asiste a la escuela.
“Es importante diferenciar las condiciones de explotación, que las condiciones de trabajo, no apoyamos en ningún sentido, condiciones de explotación, ni situaciones que son delito, como acciones relacionadas con la venta de droga o la explotación sexual. Y esto, los niños de Melel Xojobal, lo reconocen”.
En las comunidades el trabajo es parte de la formación para la vida, es un trabajo honrado el que realizan en las calles, por lo tanto exigen respeto y que su labor sea reconocida.
Los niños trabajadores exigen que las autoridades municipales, no les quiten su mercancía, que no los correteen de los espacios públicos, que no los persigan, exigen derecho al trabajo y que los adultos los traten con respeto.
A veces es difícil combinar el trabajo con la escuela, de ahí que los que piden, es que en los centros educativos, tengan horarios flexibles para que puedan trabajar y estudiar al mismo tiempo.