Teléfono rojo/José Ureña
Peña Nieto tiene la palabra
La guerra mundial contra las drogas es un fracaso; ha traído consecuencias devastadoras.
La Sesión Especial de la Asamblea General de la ONU sobre las drogas (UNGASS) es oportunidad de reconocer el hecho y alentar a los gobiernos a promover regulaciones para socavar el poder del crimen.
A eso, y a plantear la necesidad de terminar con la criminalización, marginación y estigmatización de quienes usan drogas debería sumarse el Presidente de la República. Explicar las reticencias de su gobierno para hacer compatible la Ley General de Salud con disposiciones declaradas inconstitucionales por la Suprema Corte; poner en marcha mecanismos alternos de justicia terapéutica; permitir el cultivo y consumo de la cannabis medicinal y recreativa; modificar la tabla de dosis máximas de consumo personal; evitar la frecuente violación de los Derechos Humanos de traficantes y consumidores.
Sobre esta base, poco importa saber porqué Peña Nieto no quería ir a Nueva York, y si cambió de opinión por convicción, obligación, o lo llevan empujones. Lo importante para México es compartir su experiencia y las consecuencias de la enorme presión ejercida por Estados Unidos para cumplir los objetivos de la guerra contra el narco.
No tenía el menor sentido haber cancelado esta gira de mayor importancia que la reciente Cumbre e Seguridad Nuclear, en Washington, donde México no tuvo casi nada que aportar.
En cambio, la presencia del mandatario mexicano en la ONU era inevitable; nuestro país –junto con Colombia y Guatemala– presionó para adelantar tres años el encuentro programado para 2019.
Así, este martes, Peña Nieto tiene la palabra y la oportunidad de exigir a la comunidad internacional solidaridad con la realidad y planteamientos de fondo con base en el tema de la salud pública y el equilibrio de acciones de control entre la oferta y la demanda; protestar contra el prohibicionismo que no ha disminuido la distribución de estupefacientes, no ha frenado la violencia ni ha promovido mejores soluciones.
El presidente Peña está obligado debe dejar de lado su personal visión conservadora que ha mantenido al gobierno en oposición a legalizar la hierba.
EL MONJE FIRME: Inédita la disculpa del secretario de la Defensa Nacional por el comportamiento abusivo de nuestras fuerzas armadas. Es cuestión de honor. Aunque llegue tarde, el calibre de lo insólito es el tamaño de la urgencia por limpiar la imagen de los soldados expuestos a excesos por la incapacidad de policías civiles.
@JoseCardenas1 | [email protected] | www.josecardenas.com