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Libros de ayer y hoy
El ánimo panista va de la esperanza a la derrota.
Del optimismo al pesimismo.
A los datos:
En Acción Nacional (PAN), partido de Ricardo Anaya pero escindido entre las facciones de Felipe Calderón, Gustavo Madero y otras opositoras a la cúpula actual, dan por segura la victoria en tres estados:
Según sus Cuentas, obtendrán Durango con el ex priísta José Rosas Aispuro.
Aguascalientes con Martín Orozco.
Y Tlaxcala con Adriana Dávila.
Ello supondría la derrota de tres priístas y una perredista de magníficos perfiles y algunos de ellos con delantera en las encuestas actualmente:
El priísta Esteban Villegas en Durango.
La también priísta Lorena Martínez en Aguascalientes.
Y la perredista Lorena Cuéllar y el priísta Marco Antonio Mena, la primera con un gran bagaje social y la adhesión inclusive de disidentes azules, tricolores, del Partido del Trabajo (PT) y del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
El optimismo del comité de Ricardo Anaya ha puesto piso con un grito de batalla:
-¡Al menos tres de 12!
Y, dato curioso, ninguno de sus candidatos en vías de éxito pertenecen a alguna de las dos fracciones lideradas por Ricardo Anaya oGustavo Madero.
José Rosas Aispuro tiene inercia propia y sólo necesitaba el respaldo de partidos para el registro, lo cual logró de sobra con el PAN y el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Adriana Dávila lleva la marca de Felipe Calderón y Margarita Zavala, aunque al final la postulación se la deba a Anaya y su maniobra por debilitar al gobernador poblano Rafael Moreno Valle hacia 2018.
Y en Aguascalientes Martín Orozco es candidato a pesar del comité nacional panista.
MORENO VALLE Y GALI, SIN APOYO AZUL
Mención aparte merece Puebla.
Antonio Gali juega con el impulso de Rafael Moreno Valle y dependerá de su propio esfuerzo y del gobernador, pues difícilmente se volcará el apoyo de la dirigencia nacional de Ricardo Anaya.
Si Moreno Valle triunfa, su delfín heredará el poder y él continuará en la contienda por la candidatura presidencial panista para el 2018.
En otros tres lugares hay cierto optimismo azul.
En Veracruz el ex priísta Miguel Angel Yunes Linares, acusado de traidor por priístas estatura Manlio Fabio Beltrones, Elba Esther Gordillo yRicardo Madrazo Pintado, está en la contienda.
Pese a todo, el priísta Héctor Yunes estructura su campaña al margen y en contra del gobernador Javier Duarte pero con todo el respaldo del comité de Beltrones y la maquinaria tricolor.
En Tamaulipas Francisco García Cabeza de Vaca, cuestionado por supuestas ligas con el crimen organizado y riqueza instantánea y desmedida, va atrás del priísta Baltazar Hinojosa.
Sin embargo, Anaya y compañía no pierden las esperanzas.
Donde de plano el PAN se ha desdibujado es en Zacatecas –va colgado del candidato perredista Rafael Flores con todo y su cuestionada postulación-, Oaxaca y Quintana Roo.
En Oaxaca, ya se sabe, el PRI es puntero con Alejandro Murat Hinojosa mientras José Antonio Estefan Garfias hace malabarismo para detener la sangría perredista iniciada con Benjamín Robles.
Estefan Garfias lleva la marca del gobernador Gabino Cué y su padre político Diódoro Carrasco, pero marcha a casi diez puntos del priístaMurat Hinojosa pese a tener el respaldo bipartidista PRD-PAN.
Y en Quintana Roo Mauricio Góngora reconstruye el PRI tras la salida de Carlos Joaquín, sellado por PAN y PRD a falta de cuadros propios.
JUGADA DESESPERADA EN TAMAULIPAS
Ante la previsible derrota en nueve estados, el dirigente Ricardo Anaya hace jugadas desesperadas.
La principal de ellas es la negociación con el ex dirigente empresarial y candidato ciudadano José Luis Barraza para comprometerlo a declinar a favor de Javier Corral semanas antes de la elección del primer domingo de junio.
No es fácil.
Barraza ha empeñado su palabra de no ceder porque a su juicio la lucha es contra los malos gobiernos –“sean del PRI, del PAN o del PRD; todos son iguales”- y las mafias partidistas.
Si él se retira, ha agregado, frustraría la gran esperanza de la población para combatir a quienes la han expoliado durante decenios con administraciones incapaces de romper círculos de pobreza y subdesarrollo.
Está su compromiso en juego.
En el panorama queda Hidalgo.
Ahí el PAN no figura, aunque hace seis años haya estado en la contienda con la fuerte presencia de Xóchitl Gálvez, actual delegada en Miguel Hidalgo, quien perdió ante Francisco Olvera.
Y hoy, circunstancia de la política, el buen gobierno de Olvera, la fuerte presencia de Miguel Osorio Chong y la personalidad de Omar Fayadno dejan expectativa a la oposición y tal vez ni siquiera de una participación amarillo-azul digna.