A Coyoacán llegó por días, gastronomía y artesanía yucateca mía ¡Bomba!
San Cristóbal de las Casas, 2 de noviembre de 2015.- Las cruces de hierro forjado que se observan en la parte más alta de los techos de teja de las casas en San Cristóbal, y también en las iglesias, es una tradición que data del siglo XVI, que poco a poco se ha ido perdiendo.
Abelardo Cruz Núñez, el único artesano del barrio del Cerrillo, que elabora estas cruces, en su taller la Fragua del Cerrillo, comentó que simbolizan la religión católica, pero también sirven de pararrayos y de protección para las familias.
Expresó que algunos de sus diseños han sido adquiridos por turistas extranjeros y familias coletas que siguen la tradición, pero con el paso del tiempo la demanda ha disminuido, llegando a forjar apenas 5 cruces al año.
Cruz Núñez, dijo que en la época colonial, la ciudad estaba dividida por oficios, y la forja de hierro se desarrolló en el tradicional barrio del Cerrillo, en donde se inició la elaboración de las cruces de metal.
Los elementos de las cruces que no pueden faltar, son el gallo, la balanza, la lanza, un corazón, la corona, una escalera, el sol y la luna, la flor de lis y la serpiente.
Fueron los dominicos, la orden religiosa que evangelizó la ciudad, quienes enseñaron el trabajo artesanal del hierro forjado y el de las cruces franciscanas.
Por tradición, estas cruces de hierro se han forjado en el Cerrillo, uno de los primeros barrios de la ciudad habitado por familias tzotziles, tzeltales, zoques y mestizos.