
Juego de ojos
Los cambios en delegaciones exige la enorme pus del Distrito Federal
· Mancera y la oportunidad de retirar la corrupción generada en 27 años
· Cuajimalpa: de la explosión a un hospital con todas las especialidades
La ciudad expulsa pus por donde se le pulse.
Han sido muchos años de descuido, de abandono, de política clientelar, de dejar hacer y dejar pasar y de co gobernar con el mejor postor de la corrupción.
Las hemerotecas hablan de los 18 años perredistas, pero son muchos más, acaso desde 1988 cuando toda la estructura priísta con José Luis Alonzo se pasó al Frente Democrático Nacional (FDN) de Cuauhtémoc Cárdenas.
Me lo dijo un flamante delegado:
-Es que en realidad nunca hubo transición. Han sido los mismos quienes han gobernado.
Diagnóstico certero.
En 1988 llegó Manuel Camacho Solís a la Jefatura del Departamento del Distrito Federal (DDF) con Marcelo Ebrard Casaubón como segundo en la Secretaría General de Gobierno.
Luego Ebrard Casaubón fue uno de los principales operadores de Andrés Manuel López para auparlo a la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal (GDF) de 2000 a 2006.
Y por si fuera poco, El Peje le heredó el mandato de la ciudad de México para el período 2006-2012, con saldos tan conocidos como el gran fraude de la llamada Linea Dorada, hoy necesitada de ingenieros tan hábiles en túneles como los de Joaquín El Chapo Guzmán.
¿Alguna duda sobre esta empiema urbana?
OPORTUNIDAD DE ORO PARA MANCERA
Hoy el centro mediático es la Delegación Cuauhtémoc.
Ahí el flamante delegado Ricardo Monreal ha detectado al menos seis despachos dedicados a gestionar obra, tramitar protección a table dance, abrir tolerancia para prostitución callejera, vender licencias, explotar la vía pública…
Ya ha presentado una denuncia sin blanco fijo –“para quien resulte responsable…”-, pero seguirán muchas.
Hábil para victimarse, Monreal se presentará hoy a las once de la mañana en la Procuraduría General de la República (PGR) para declararse confeso por haber todo la cadena de custodia del dinero supuestamente dejado en su oficina.
Aprovechará una denuncia del dirigente perredista en el Distrito Federal, Raúl Flores, pero no será detenido ni procesado.
Eso es parte de su campaña.
Pero la corrupción imperante en la Cuauhtémoc es un simple espejo de la realidad en una ciudad cuyo sueño de mejor gobierno en 1997 ha sido frustrado.
Y casos como estos continuarán en la mayoría de las 16 delegaciones, mas no donde las tribus repiten gobierno como Coyoacán, señalada como máximo exponente de corrupción con Mauricio Toledo, de Nueva Izquierda (NI, Los Chuchos).
Pero queda un consuelo:
Si Miguel Mancera aprovecha el escándalo, puede aplicar una severa cirugía y aprovechar la segunda parte de su administración para extirpar este enorme cáncer del Distrito Federal.
UN HOSPITAL NACIDO DE LA DESGRACIA
1.- Quién lo hubiera dicho: los habitantes de Cuajimalpa serán los principales ganadores de aquella desgracia de enero de 2015, cuando una pipa de Gas Nieto explotó y destruyó el hospital materno infantil.
La Secretaría de Obras y Servicios del Distrito Federal dirige los trabajos de demolición para, en espera de presupuesto, iniciar en 2016 la construcción de un centro hospitalario integral.
Es decir, no será sólo para partos y enfermos infantiles, sino general y con infraestructura para todas las especialidades en más de diez mil metros cuadrados, 72 camas censables y muchas más para pacientes de paso.
La obra, con costo mayor a 500 millones de pesos, se sufragará con recursos federales y capitalinos, adelantó el secretario de Obras, Edgar Tungüí Rodríguez.
Y 2.- viene el revanchismo en contra del jefe de Gobierno, Miguel Angel Mancera, por los operadores de Andrés Manuel López.
Los asambleístas de Morena organizan foros para intervenir inclusive en esferas judiciales, como el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF).
Quieren impedir a toda costa la reelección de Edgar Elías Azar, pero curiosamente entre los candidatos finalistas figura Rafael Guerra Alvarez, abogado defensor de El Peje cuando fue desaforado por desacato judicial.
Eso no detendrá las acometidas de los asambleístas de Morena, ya vera usted.