Dejan cabeza humana afuera de la Catedral de Apatzingán
San Cristóbal de las Casas, a 6 septiembre del 2015.-Por lo menos unos 30 mil indígenas tsotsiles y tzeltales, han emigrado de “mojados”, a los Estados Unidos, ante la falta de empleo en la región y la crisis del campo chiapaneco.
A decir de los propios paisanos que han emigrado, muchos han cruzado el desierto caminando, con gran dificultad y los que han logrado cruzar ahorran lo que pueden y después de uno o más años, regresan a su comunidad con unos cuantos dólares y “masticando” un poco el inglés.
Según el Inegi, hay 244 mil 608 chiapanecos en la Unión Americana, de los cuales únicamente 14 mil 781, están registrados con matrícula consular en ese país, indicó la Oficina de Enlace para la Cooperación Internacional.
La mayoría de los paisanos radica en Florida, Georgia, California, Utah, Texas y Arizona, pero también hay presencia indígena en Nueva York, como es el caso de Francisco López Gómez, del municipio de San Juan Chamula, por quien su madre Manuela, reza todos los días.
La mano de trabajadores chiapanecos, es la que genera mayores divisas a la nación mexicana, por lo que en 2014, tan solo en el primer trimestre del año, casi 300 mil chiapanecos enviaron 130 millones de pesos.
La mayoría de los paisanos se dedican a las actividades agropecuarias y al trabajo de la construcción, con un pago por hora de entre 8 y 12 dólares.
Varios de nuestros entrevistados coinciden en señalar que es muy emocionante ganar la hora en dólares pero deben pagar renta de su dormitorio, comida y transporte, por lo que la ganancia es poca.
Dijeron que es verdad que vivir de indocumentado en la Unión Americana, es como estar en una jaula de oro, porque se tienen que estar escondiendo de la policía migratoria para evitar ser deportados.
Saben que van arriesgando la vida pero no les queda de otra, debido a que el campo cada vez produce menos, hay sequías prolongadas y algunos cultivos se están acabando por las plagas, como sucede con el azote de la roya en los cafetales de la zona.
Agustín López Ruiz, del municipio de Tenejapa, dijo que él cruzó el desierto del estado de Chihuahua, hace un año y con gran dificultad pudo llegar a California y también con gran dificultad pudo conseguir un trabajo de albañil.
Ahora que ya sabe como es la vida en los Estados Unidos, comentó que no regresaría ni muerto con los gringos, porque los mexicanos que no tienen papeles viven a escondidas de la policía migratoria, para evitar sean deportados a su país.