
Celebran con música, danza y orgullo los 493 años de la ciudad de Oaxaca
TUXTLA CHICO, Chiapas, 30 de abril de 2015.- Desde hace más de 300 años habitantes de este municipio, realizan la celebración de San Pedro y San Marcos, una de las fiestas paganas religiosas, donde se mezcla el misticismo con la fe.
“Cada correlón tiene una promesa que cumplir, no corren por querer correr, es promesa de cada uno de ellos porque algunos tienen familiares enfermos y le hacen promesas al señor San Pedro y San Marcos y él les cumple esa promesa. El pueblo de acá es muy católico y es muy devoto a este santo y los hacen para pedirle que los ayude también en sus siembras. Es una tradición que lo hacen año con año, por lo mismo que se enferman, los que somos muy creyentes, veladoras, flores, lo que gusten traer todo es válido”, expresó la habitante Luisa López.
Dentro de esta celebración que dan colorido, magia y religión, se encuentran los negritos y correlones, personajes que se crean a partir de una ofrenda que hacen a los santos por la salud, y es que según la historia cuando un recién nacido se encuentra grave los padres entregan al bebé al santo, si este se recupera tiene la encomienda de cada año pintarse el rostro de negro durante su niñez y adolescencia , y al llegar a los 19 años de edad se convierte en danzante a caballo o correlón.
Fernando Fuente, vestido de negrito, dijo que “Es muy bonito la tradición que tiene cultura, representa lo que es el pueblo de Tuxtla chico, yo entre desde pequeño, desde que nací y me estaba muriendo y me recomendaron con el señor San Pedro y San Marcos y me salvo la vida y todavía le sigo debiendo”.
Cabe destacar que esta fiesta se prepara con meses de anticipación, los participantes a caballo, practican durante semanas las presentaciones; los negritos también se encargan de organizar la logística, mientras que en la celebración en un tendedero que cruza ambos lados de la calle se cuelgan gansos y patos por donde danzan los jinetes.