Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
Por fin se abre más el juego de la tele abierta con el arribo de Cadena 3 y Radio Centro. Hace 21 años, no se otorgaban concesiones de televisión; la última fue la de TV Azteca (1993).
El histórico proceso de asignación de las dos nuevas concesiones de televisión digital arroja un saldo jugoso para el gobierno federal. El dinero ofrecido por los nuevos jugadores multiplica por mucho el piso de 830 millones exigido a cada uno por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT); Hacienda pretendía casi el doble.
A primera vista, Francisco Aguirre Gómez de Radio Centro entra en desventaja tras haber ofrecido 3 mil 58 millones de pesos, por lo mismo que Olegario Vázquez Aldir pagará 1 mil 808 millones –1 mil 250 millones menos–. No hay posibilidad de rebaja, “ese es el chiste… o tener cuidado con lo que deseas porque puedes lograrlo”, nos dijo –sonriente– la Comisionada del IFT, Adriana Labardini; también aclaró: “si cualquiera de ambos nuevos concesionarios incumple el compromiso a saldar los pagos en 30 días hábiles, perdería los 415 millones depositados como fianza de garantía”… lo cual ya no es chiste.
Estamos hablando de mucho dinero, pero el pago de los derechos concesionados apenas es el prólogo de la historia.
Por ejemplo, Cadena 3 tiene planeado invertir en “fierros” 10 mil millones de pesos, y 3 mil más en contenidos –con dinero financiado por Grupo Empresarial Ángeles, y otros créditos bancarios–. En los próximos 36 meses, ambos grupos deberán cubrir con su señal el 30 por ciento del territorio nacional.
El riesgo es alto. Radio Centro y Cadena 3 van sin socios escondidos –nacionales o extranjeros–;con 123 canales de TV cada uno, competirán por el 8 porciento de un mercado consolidado y súper concentrado por el duopolio Televisa–TV Azteca… y esa apuesta no se ganará sólo con “fierros” y dinero, sino con contenidos de alta calidad y pluralidad… ese es el reto mayor para los dos nuevos “chicos” del “vecindario”.
EL MONJE LOCO: El último encontronazo entre MVS Radio y la periodista Carmen Aristegui podría ser en verdad el último. El motivo de lo que parece un inminente divorcio lo explica un contundente comunicado la empresa: “Las alianzas estratégicas de MVS Radio, las decide la administración de la empresa, no sus conductores o colaboradores. El problema (con Aristegui) obedece y se limita a la disposición indebida de recursos, marcas y facultades de la empresa”. La gota que derramó el vaso fue la alianza de la conductora con la plataforma digital Méxicoleaks –que amenaza con difundir documentos secretos del pode, e incómodas noticias del imperio–. De entrada, MVS despidió a Daniel Lizárraga, coordinador de la Unidad de Investigación del equipo de Carmen Aristegui, y el reportero Irving Huerta –responsables de la investigación de La Casa Blanca de Las Lomas (propiedad de la familia presidencial) y de un reportaje sobre del ex líder priísta Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, acusado de encabezar una red de prostitución. Al matrimonio por conveniencia sostenido con alfileres desde 2011, se derrumba…