Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
El gobierno planea cambiar la estrategia para mejorar su imagen
· El objetivo de dejar atrás las crisis de coyuntura y de inseguridad
· Martí Batres gana su primer pleito a Marcelo Ebrard en Morena
Describen quienes escucharon la orden:
-El jefe fue terminante.
Tan terminante para cumplirla a más tardar en dos semanas y presentar un proyecto de estrategia de gobierno a fin de atar todos los programas y todas las actividades.
La meta es transmitir a la sociedad un mensaje de acción y coherencia, fácil de entender a todo mundo los objetivos de la autoridad y dejar atrás algunos hechos conflictivos.
-Darle vuelta a la hoja –explicó un alto funcionario.
Si se cumpliera el objetivo, el discurso oficial superaría los pasmos derivados de la inseguridad como el secuestro, desaparición y casi seguro crimen de normalistas en Iguala por instrucciones del alcalde perredista José Luis Abarca.
O de coyuntura como lo dicho por Alejandro González Iñárritu en la ceremonia del Oscar o una preocupación, expresada en términos privados por el Papa Francisco, traducida a conflicto de Estado.
¿Para qué hacer de un mensaje particular un asunto público?
Pero no adelantemos juicios.
Esperemos la recomendación de los expertos de Los Pinos y, sobre todo, cómo instrumentará el gobierno en su conjunto la pretensión de centrar la atención nacional en actividades de Estado.
EJE CENTRAL: PROYECTO DE GOBIERNO
El nuevo plan tiene un antecedente y puede tener una consecuencia.
El antecedente, como informamos la semana pasada, fue la investigación ordenada desde alguna oficina de Los Pinos para conocer las actividades de columnistas y editorialistas para allegarse material.
Sus relaciones, sus informantes, sus amigos, sus intereses.
Ya hay resultados a la vista.
Conocidos todos aquellos elementos, en aras de disminuir sus críticas se les ha ofrecido el contacto con altos funcionarios del gobierno y adelantado algunos hechos por venir.
El tiempo político es ocasión: está al alza la industria de la especulación sobre la lista de posibles funcionarios federales a punto de abandonar sus oficinas para aspirar a una diputación federal por la vía plurinominal.
Los hay de todo tipo.
Uno de esos precandidatos, ventilado públicamente, es el jefe de la Oficina de la Presidencia de la República, Aurelio Nuño Mayer.
Resultaría curioso:
Si Nuño Mayer se allegó información de los principales comunicadores del país, le será muy útil en caso de ser coordinador del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Pero no tendría a su cargo, y ésta es la consecuencia, el desarrollo de la estrategia a fin de instrumentar un proyecto integral de comunicación a salvo de desgracias nacionales para la segunda mitad del sexenio.
Otro sería el responsable de unir los mensajes de radio, televisión, periódicos, portales, redes sociales.
Por fin un mensaje uniforme y coherente de gobierno.
UN TRIUNFO DE BATRES SOBRE EBRARD
1.- Martí Batres ha salido victorioso de su primera confrontación con Marcelo Ebrard sin necesidad de asambleas y congresos de Morena.
El amo de ese agrupamiento, Andrés Manuel López, escuchó al primero y de esa manera el ex jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF) debe continuar sus negociaciones.
No están rotas ningunas, ni la de Morena ni la del Movimiento Ciudadano (MC) de Dante Delgado, pero ya iría a la Cámara n segundo lugar y en ningún lado tiene garantizada la coordinación.
Ni modo, Ebrard ha pasado a ser un apestado.
Y 2.- todo se cumplió como lo adelantamos aquí el 20 de enero.
La gerontocracia cetemista dio la espalda a su fundador Fidel Velázquez y a su sucesor Rodríguez Alcaine, cuyas estatuas fueron retiradas para poner las de Joaquín Gamboa Pascoe.
Tampoco hubo congreso cetemista para no criticar al gobierno en estos tiempos de crisis.
Al margen del lagoteo de Hugo Díaz, dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de Chrysler y autor de la propuesta de eliminar a Fidel Velázquez y a Leonardo Rodríguez Alcaine, aparecen datos para la historia.
Uno: la estatua muestra a un Joaquín Gamboa Pascoe veinteañero con rostro de treintañero.
Minucia: el anciano tiene 92 años y poco puede salir de su casa porque su situación física se lo impide.