Teléfono rojo
· Signos ominosos de candidatos ligados a la mafia para 2015
· El falso credo de las garantías y el fracaso del Panal en 2012
· Mala decisión del INE de no atraer las elecciones de Gurrero
Regístrelo desde hoy: no tendremos candidatos certificados.
La Constitución, otras leyes, los derechos humanos, las garantías individuales: todo juega en contra de ese discurso de ocasión para impactar a la ciudadanía, no para darnos legisladores y gobernantes honestos.
Vayamos a un antecedente:
En 2012 el presidente del Partido Nueva Alianza (Panal), Luis Castro Obregón, propuso aplicar pruebas de confianza a todos los aspirantes a cargos de elección.
Error.
Como se hubiese pronunciado una blasfemia contra Dios padre, todos los presbíteros de la falsa iglesia de los derechos políticos se le echaron encima.
Desde el Instituto Federal Electoral (IFE), entonces presidido por Leonardo Valdés Zurita, hasta jerarcas de los partidos y por supuesto algunos candidatos criticaron tan elogiable propuesta.
Tal vez eso hubiese impedido el arribo a la presidencia municipal de Iguala de José Luis Abarca y su pareja infernal María de los Angeles Pineda, a quienes ahora la Procuraduría General de la República (PGR) culpa de los seis muertos y 43 normalistas desaparecidos de septiembre.
No fue en las pasadas elecciones, pero tampoco será en las próximas.
TODO QUEDARA A CRITERIO DE LOS PARTIDOS
Las pruebas de confianza, dijeron entonces, viola las garantías individuales.
La ley no se ha cambiado.
Ese chantaje de reforma política de Gustavo Madero y su Partido Acción Nacional (PAN) para aprobar las reformas estructurales no incluyeron la necesaria medida de investigación de conductas.
Hoy, cuando el proceso electoral ya está en marcha y no es posible hacer modificaciones a la normatividad, sólo queda la buena fe de los partidos, de los ciudadanos y por supuesto de las autoridades.
Si alguien tiene fama de relaciones con la delincuencia organizada –caso José Luis Abarca y María de los Angeles Pineda– , podrá dar la alerta y quedará a criterio de los partidos las medidas a tomar.
Igual a 2012.
Entonces la fama de Abarca y su familia política era pública.
Con esos datos, el ex dirigente perredista Jesús Zambrano recurrió al secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, para preguntarle si eran acusaciones con sustento.
La respuesta del cercanísimo colaborador del ex presidente Felipe Calderón fue más o menos así:
-No tiene ningún indicio. La familia de su esposa sí está involucrada, pero ella no.
Sólo Zambrano sabe si le dieron otros elementos como los corroborados por Miguel Angel Osorio Chong: en el sexenio pasado se abrieron tres investigaciones por presuntos nexos con el crimen y uno por lavado de dinero a Abarca, pero se le exoneró.
¿Cuántos Abarcas competirán en la elección del año próximo?
DECISION OMINOSA DEL INE SOBRE GUERRERO
1.- El escenario electoral avanza en condiciones ominosas.
Si las leyes y los derechos impiden la criba de la rectitud para candidatos, no se ve mucho interés del Instituto Nacional Electoral (INE) para empezar a dar certidumbre.
Ayer rechazó atraer la organización de las votaciones en Guerrero, entidad donde los poderes locales son simbólicos y los vándalos del magisterio y de las normales queman impunemente palacios de todos los poderes.
Si las instituciones guerrerenses no pueden garantizar las sedes de sus poderes, mucho menos organizar votaciones imparciales y limpias en sierras y zonas víctimas de la delincuencia organizada.
En ese sentido no hay cambio: el INE resultó como el IFE.
Da lo mismo si lo presiden Leonardo Valdés o Lorenzo Córdova.
2.- El gobierno de Enrique Peña Nieto ha tomado nota de los resultados electorales de Estados Unidos, donde la mala imagen de Barack Obama arrastró al Partido Demócrata al fracaso.
Precauciones para 2015.
Y 3.- nada impidió el viaje del presidente Peña Nieto a la reunión de la APEC y del G-20.
La agenda internacional, dijo el priísta Emilio Gamboa, no puede detenerse y el presidente de China sólo invitó a dos colegas suyos para visitas de Estado: Barack Obama y Enrique Peña.