
El Papa Francisco fue consciente con los migrantes: obispo RAG
¿Sabías que cada individuo en México produce al menos 900 gramos (gr) de basura en promedio al día? Esta generación va desde 400 gr. en zonas rurales hasta 1.5 kilogramos en grandes ciudades. Tuxtla no es la excepción. Desechos como estos hicieron que Lorenzo lleve 10 años sin tomar agua de pozo.
A ocho kilómetros de la capital de Chiapas, el ejido Emiliano Zapata amanece de entre lo verde del paisaje. A la distancia el cerro Mactumatzá esconde celoso la ciudad, sólo Real del Bosque se ve como una maqueta. El sol sale de donde viene ese olor pútrido, el olor que enferma.
Hace más de un mes, en Agosto, Lorenzo Díaz, fue testigo de cómo la mayoría de la población presentó malestares estomacales e infecciones en la piel. “Es común en temporada de lluvia”, admitiría después en entrevista aparte, Oel Consospo, agente municipal de la colonia.
“Tiene rato ya que atacó un dolor de estómago con blandura y con calentura casi toda la población. Dilató como un mes, así”, relata. “El mes de agosto para adelante. Hay todavía gentes que están así. Tenían dolor de estómago, calentura, dolor de cabeza, de hueso, todo eso”.
Lorenzo es el comisariado ejidal, recuerda que hasta hace diez años no existían tantos casos de enfermedades gastrointestinales aunque tampoco existía el olor que deja el viento a su paso. Sin embargo ahora deben vivir con esta situación.
-Llevamos 10 años sin tomar agua de pozo, nos lo prohibió Semarnat (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales del Gobierno Federal), dijo que el 100 por ciento del agua está contaminada-
Fue durante los estudios en los que acompañó a especialistas que conoció la condición en que la tierra y los arroyos cercanos al basurero se encontraban. Recorrió Lacandón, un afluente perdido entre los árboles y fuente de vida ahora lleno de lixiviado. Supo de dónde venía el olor.
Hace diez años, durante la administración de municipal de Victoria Rincón Carrillo, Lorenzo era parte del comité del agua en Zapata, por ello conoce la situación del basurero desde hace tiempo. Además, él estuvo cuando inició la colocación de desechos en el San Francisco Tucutzano en 1995.
El Ejido Emiliano Zapata, también llamado Agua Fría, se forma parte de Tuxtla Gutiérrez pero se encuentra 300 metros más arriba del nivel del mar que la capital, a 860 metros. Por ello la vista puede apreciar hacia abajo la ciudad, la misma mirada se desliza para ver las luces como un río cuesta abajo.
No es la primera vez que la comunidad compuesta de 671 habitantes tienen problemas con el basurero del terreno “San Francisco Tucutzano”, ya hace sie7e años que obligaron al municipio y a la empresa que tiene la concesión, “Proactiva Medio Ambiente S.A. de C.V.”, a que dejaran de circular los camiones de basura por la cabecera ejidal, las repercusiones de salud e imagen pública eran varias.
“Anteriormente pasaban por aquí los camiones que traían la basura del pueblo y pasaban a media colonia y entonces se estuvo haciendo paros y todo eso para que los camiones ya no pasaran por acá, porque habían camiones que se paraban aquí a mitad de la colonia porque querían tomarse un refresco o desayunar mientras el carro estaba parado en la calle, destilando el líquido de la basura”, relata Oel Consospo Pérez, agente del municipio en Emiliano Zapata.
Consospo Pérez confirmó las palabras de Lorenzo Díaz, Semarnat recomienda a los habitantes no tomar el agua de pozo sin previos procesos que garanticen su limpieza, por lo que sólo es usada para actividades que no pongan en riesgo la salud, aunque persisten las enfermedades.
“Como todos los líquidos que haga la basura se van al subsuelo y en tiempo de lluvia, las corrientes de agua que llegan a las vertientes de los pozos, circulan por esa ruta (la ruta donde pasaban los camiones) circulan por ese rumbo también”, relata.
La problemática de no tomar agua de pozo, trajo repercusiones incluso económicas pues durante años, ellos no gastaban en garrafones de agua, no representaba un gasto necesario y en menos de 15 años, eso se terminó. Una problemática de la zona rural, alcanzó al ejido.
“En Pacu, los peces salen con gusanos”
Seis kilómetros después de dejar el entronque de Terán, en la zona sur oriente de la ciudad, sobre la carretera que conduce a Emiliano Zapata, se llega a una desviación para iniciar un camino de alrededor de dos km sobre el camino denominado De la Lanza, ahí inicia el rancho San Martín Mujular.
Sobre el camino que combina la terracería con un asfalto muchas veces con baches y polvo, se llega a la zona por donde pasa el río Lacandón sobre el terreno del particular Héctor Enrique Montesinos Cano, sólo cercado con alambres de púas bajar al afluente no es complicado.
Menos para Alexis, uno de los trabajadores desde hace cuatro años del lugar, quien ha hecho al menos una vez el recorrido de dos kilómetros cuesta arriba siguiendo todo el afluente para llegar al lugar donde se encuentra el relleno sanitario clausurado y todo el complejo donde actualmente se depositan los residuos sólidos y de manejo especial de Tuxtla Gutiérrez y sus alrededores.
El lugar está lleno de árboles y el río baja sobre un camino de piedras, pero el agua no es transparente, un color café y espuma blanca hace recordar la coloración que tenía el río Bacanuchi en Sonora que el pasado seis de agosto fue nota nacional por la contaminación que existía a causa de una mina en Cananea.
Alexis Eduardo Castro Moreno comenzó desde ahí su recorrido, en donde lo acompaña el ruido del agua al bajar desde lo alto del cerro y la basura que se aprecia desde el inicio. Hay de todo, desde material médico hasta basura común, llantas hasta de tractocamiones hasta pañale. “Hasta mi basura está aquí, creo”, bromea el joven que no pasa de 20 años.
“Me colé hasta la salida, allá hicieron un canal. En ese canal pusieron como una tipo lona, ahí, llegan y tiran toda la, para que pase más rápido lo que es la basura, todos los lixiviados y agarran fuerza”.
Quinientos metros después de iniciado el recorrido, se llega a una parte del río que se ve interrumpida por la caída de un árbol que ahora funciona como un tipo de represa natural, donde kilos de basura se amontonan. Se puede apreciar como entre lo verde del lugar la contaminación del agua es notable.
Pocos metros más adelante Eduardo se topa con una pared natural de rocas que forman unas cascadas, parece ser el final del camino sencillo, detrás de ahí se encuentra el verdadero camino difícil de continuar, los olores hacen pesado el aire y esa ausencia de la vida es notable.
Después de dejar las cascadas de color café, camina y otros 500 metros más adelante, es decir, en promedio a un kilómetro de donde inició el recorrido, se topa con el canal que conecta el relleno sanitario con el arroyo. De ahí es donde proviene la basura y el líquido.
“Más adelante, como a 500 metros se conecta el canal de proactiva, y se pasa toda la basura. La parte de ellos está limpio, yo subí y me fui, me metí, no hay ni basura, hicieron un canal y manda el color obscuro, lo que es el color, el jugo”
No hay nada, a partir de ese momento no ve siquiera moscos que molesten su piel, no escucha ni observa pájaros sobrevolar el lugar a pesar de estar oculto entre lo verde, parece que la vida va abandonando el lugar como presintiendo lo desagradable del sitio. Alexis se tapa con su playera, el olor es insoportable.
“Pajaritos no se escuchan, no ves animalitos que anden en el agua, nada, absolutamente. Hay árboles que se están secando de los lados. La parte de arriba, como de aquí a kilómetro y medio y de donde está el relleno clausurado, está a unos 700 a 500 metros más o menos. Desde ahí empieza un olor horrible animales muertos, infinidad de cosas. Yo ya no aguantaba, me tapé la boca con mi playera y vámonos”.
El agua continúa su curso mientras camina Alexis cuesta arriba, se filtra entre las piedras y la basura y sigue su recorrido arroyo abajo, no se detiene, el color café deja a su paso residuos sólidos orgánicos e inorgánicos, su travesía hasta el Grijalva.
En el trayecto el arroyo encuentra un brazo del río Sabinal y a su vez del Suchiapa, donde existe el reporte de peces con gusanos, los cuales confirmó el agente municipal de Emiliano Zapata, Oel Consospo.
-El año pasado tuvimos noticias que allá en Pacu, por ejemplo allá donde pescan y hubo situaciones que cuando agarraban el charalito, donde lo destripaban ya salían con gusanos. Ya no servían, ya todo estaba contaminado-
-¿Dónde pescaban?-
-De la colonia del ejido Pacu (perteneciente a Suchiapa), toda esa parte de ahí. Y como el río Sabinal desemboca más acá arriba, cuando se dieron cuenta de ese problema ya no pescaron. De hecho ellos ya no pescan toda esa parte, sino desde, donde desemboca el río Sabinal, una parte más alta-
Oel López intuye que es por la basura, por todo lo que se filtra y llega a los ríos, siendo también el Sabinal un afluente que cruza la capital de una ciudad que está por encima del promedio de la media nacional de producción de basura y que su ayuntamiento reportó 500 toneladas diarias en el basurero que ellos administraron hasta el 2006.
El basurero municipal ubicado en San Francisco Tucutzano en la comunidad de Emiliano Zapata, a 25 kilómetros de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, que inició operaciones en 1995, no cumplía con las disposiciones normativas en materia ambiental, ocasionando problemas ambientales por la contaminación de suelos, arroyos y mantos acuíferos por los lixiviados (sustancias líquidas que despiden los cúmulos de residuos), así como por la emisión de gases tóxicos (biogás) a la atmósfera, y el riesgo de incendios producto del biogás.
Estos datos de acuerdo a una investigación que se realizó por parte del especialista en políticas públicas e investigador, Enrique David Gallardo García, para el Tecnológico de Monterrey en el documento titulado “Manejo Integral de residuos sólidos urbanos y residuos de manejo especial en Tuxtla Gutiérrez Chiapas”
En el documento de 46 páginas se aborda la problemática que ha generado el problema de la basura en la capital chiapaneca los últimos 20 años, desde que llegó a San Francisco Tucutzano y cómo las autoridades de gobierno decidieron concesionarlas a un particular para hacerse cargo de la problemática.
En 2010, en Tuxtla Gutiérrez se generaron 598.192 toneladas de Residuos Sólidos Urbanos (de los cuales se recolectaron 332.57 toneladas por día, lo que implica una cobertura de 63.5%) y 229.041 toneladas de Residuos de Manejo Especial, dando un total de 827.233 toneladas y se espera
En lo referente a la proyección de la generación de residuos sólidos, se estima que para el año 2020, se incremente a 4,514 toneladas diarias; situación preocupante, considerando que actualmente la disposición final en el Estado ocurre en 117 tiraderos a cielo abierto y solo un relleno sanitario, esto de acuerdo al Programa Estatal Para La Prevención Y Gestión Integral De Los Residuos Sólidos Urbanos Y De Manejo Especial En El Estado De Chiapas.
Por tanto al ser un problema que preocupó para ese entonces al gobierno del estado se decidió otorgar a la iniciativa privada el servicio de la gestión integral de los residuos, así tras un proceso de licitación con otras empresas la ganadora fue Proactiva Medio Ambiente S.A. de C.V., proveniente de España, al ser la que mejor precio ofertó y quien cumplió los requisitos solicitados de mejor manera.
“En las bases de licitación se consideró incorporar inversión del sector privado con un mínimo de 25% de la inversión inicial con capital de riesgo y el resto se cubriría a través de créditos. En el mismo documento se menciona que el Gobierno Federal apoyaría, a través del Fondo de Inversión en Infraestructura (FINFRA), la aplicación del Programa de Residuos Sólidos Municipales (PRORESOL), el cual ofrece recursos No Recuperables de hasta el 40% para el equipamiento y la inversión física en los cuatro primeros años”, explica Gallardo García.
La inversión que se obtuvo por el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) fue de 60 millones de pesos y la forma de pago se daría de una contraprestación la cual consiste enel pago en pesos mexicanos que cubre el ayuntamiento a la empresa por la prestación de los servicios a que se refiere el contrato de prestación de servicios, integrado por la tarifa base ofertada, y en su caso por los descuentos ofrecidos, por tonelada de residuos sólidos urbanos recolectados, trasladados y confinados, y de los residuos de manejo especial recibidos y confinados, incluyendo el servicio de barrido mecánico.
Las obligaciones de la empresa ganadora, Proactiva Medio Ambiente Tuxtla S.A. de C.V., quedan establecidas desde la licitación del servicio y son:
“Barrido Mecánico. Recolección. Transporte. Una estación de transferencia. Disposición final bajo el método de ingeniería denominado relleno sanitario. Rehabilitación y clausura del basurero actual; Mantenimiento de posclausura del basurero actual, con base a los lineamientos de las autoridades ambientales estatales y federales y construcción del camino de acceso al relleno sanitario, dicha vía de acceso será municipalizado”.
El dueño del rancho Martín Mujular, Héctor Montesinos, ha solicitado durante años que la empresa se haga responsable del arroyo Lacandón, que cruza por su propiedad, misma que colinda con San Francisco Tucutzano, desde donde mira hacia arriba y ve el relleno vomitando contaminación en lixiviados y basura sólida.
-Nosotros no vamos a limpiar nada, porque sería como admitir que contaminamos…- Le dijeron los abogados de Proactiva Medio Ambiente Tuxtla por respuesta, además de demandarlo por 597 millones de pesos por daño moral al exponer la situación del arroyo ante medios.
-Como podemos ver, aquí hay mucha basura y el escurrimiento que vemos pues definitivamente es de lixiviados. Dentro de la basura podemos encontrar llantas, incluso desecho de los hospitales, sondas, agujas, bolsas de plasma. Realmente un riesgo grave de salud-
Relata Héctor Montesinos mientras señala el agua café que acompaña con la melodía rodeada de basura y algunos bichos y aves que todavía se aprecian en esa zona donde aún el olor es ligero, donde arañas y hormigas hacen su rutina de insecto entre las ramas. Mientras los lixiviados corren.
El lixiviado es ese líquido obscuro que se produce por arrastre o filtrado de la basura, que pueden infiltrarse en los suelos o escurrirse fuera de los sitios en los que se deposita y representar un riesgo potencial a la salud humana y a los organismos vivos, el mismo que Alexis vio caer al arroyo.
-Aquí, aproximadamente a km y medio estamos colindando con Proactiva, con la parte del basurero clausurado, que, al ser concesionada ese terreno a Proactiva él se debe hacer cargo del mantenimiento y supervisión del basurero clausurado- relata Héctor.
Las 40 hectáreas que el Ayuntamiento le dio a la empresa española se encuentran colindando con el terreno Héctor Montesinos y desde que se inició el proyecto donde tomaría control Proactiva, existieron conflictos entre los involucrados registrados desde el inicio del proyecto.
Pero ahora lo que busca es que la empresa repare el daño ecológico del cual se encuentra afectando al ejido Emiliano Zapata, Copoya, Suchiapa, Tuxtla Gutiérrez por las conexiones que existen entre el arroyo y los ríos.
Paralelo a la denuncia pública ha solicitado la intervención de la SEMAHN, Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), Secretaria del Medio Ambiente Recursos Naturales y Pesca (SEMARNAT), mientras la primera permanece omisa, las otras se “tira la bolita” entre todos, entre tanto el río sigue contaminando hacia la parte baja de Terán toda la flora y fauna de la zona, incluso en el ejido Zapata ya no toman agua de pozo.
-Profepa dice que esto no es contaminación que la coloración que tiene el agua es porque se caen las hojas, se pudren y dan esa coloración, cosa que como pueden ver no hay hojas sobre el arroyo y hace diez años estaba completamente limpia-
El derrame de lixiviado es algo que mantiene la polémica en este caso, pues el riesgo que exista materiales pesados que pongan en daño la salud de las personas es inminente, Proactiva por su parte a demostrado con estudios la inexistencia de estos, de acuerdo realizados por Laboratorios ABC con muestras del pozo dentro del Rancho San Martín Mujular en 2008.
Para Julio de 2010 Héctor Montesinos solicitó otros estudios a través del laboratorio estatal de Salud Pública perteneciente a la Secretaría de Salud del estado de Veracruz y la cual firmó en su momento la directora, Adriana Gómez Bustamante.
En ellos se observa la presencia de los metales Cadmio, Cromo, Plomo y Zinc aunque en bajas cantidades de acuerdo a las Normas Oficiales Mexicanas de la Semarnat, sin embargo, el documento presentó .002 de Cadmio, .013 de Cromo, .015 de Plomo y .072 de Zinc, metales que en cantidades elevadas pueden afectar a la vida en general y que su presencia aumentó a comparación del 2010, fecha de la primer prueba.
Sin embargo la contaminación por residuos sólidos es palpable y las afectaciones al rancho San Martín Mujular lo es igual, por lo que Héctor Montesinos requiere que la empresa resuelva la contaminación del arroyo y de su propiedad tal y como marca el contrato como parte de sus responsabilidades.
“Rehabilitación y clausura del basurero actual; Mantenimiento de posclausura del basurero actual, con base a los lineamientos de las autoridades ambientales estatales y federales” en donde dejan establecidos que cualquier problemática de lixiviados es responsabilidad de la concesionaria, en este caso, Proactiva.
-Ellos se tienen que hacer cargo de la operación y mantenimiento del basurero clausurado porque ellos dicen que ya estaba pero la concesión del contrato es clara-.
Explica que los lixiviados forman parte de los mismos que se encuentran en sus celdas contenedoras y que después desechan en el basurero clausurado, mismo que colinda con el arroyo y es el que se encuentra colorando el afluente de agua.
Para Montesinos Cano esto es un problema de contaminación de todo un ecosistema por lo que es necesario que las autoridades tanto estatales como federales tomen medidas al respecto para frenar la contaminación que afecta a varios municipios.
Alexis tiene una utopía, un sueño, que el Martín Mujular renaciera de verde y poder invitar a sus compañeros a que conozcan lo bonita que es la cañada del Lacandón, mostrar las pequeñas pozas que se forman o las dos cascadas que caen en la pared y que en lugar de basura haya aves.
-Venir, darte tu recorrido. Preciosa la parte de arriba, vas a ver las rocas como del tamaño de un tráiler, vas a ver los chorros de agua, imagina si estuviera limpio, te bañas ahí sin problema-
Cuando anda entre el monte y llega a las paredes de las cañadas que se forman imagina una tirolesa atravesando el verde y gente, turistas dando vida a este lugar que a pesar de estar lleno de basura todavía deja ver bichos o animales pequeños que se resisten, como Alexis a abandonarlo.
El joven no es el primero a quien se le ocurre la idea de una explotación ecoturística en la zona, a Héctor Montesinos le ha llegado ofertas sobre restaurar el lugar y hacerlo de atractivo turístico pero cuando ven la contaminación del sitio las inversiones se niegan.
-Para restaurar el agua, si mal no recuerdo, se necesita entre cuatro y cinco millones de pesos, que para la empresa concesionada es prácticamente nada pues reporta ingresos de hasta 500 millones de pesos al año-.
A Montesinos le explicaron que existen métodos económicos que podrían limpiar como la introducción de lirios en la zona que absorban los contaminantes y puedan limpiar los dos kilómetros de arroyo de la propiedad.
Por tal motivo invitó a la empresa que tiene la concesión a que incluso lleve a las universidades de la capital o de la zona para realizar estudios y trabajos de ingeniería ambiental con el fin de subsanar la situación lo que mejoraría la imagen del lugar y se acabaría el conflicto, que es detener los daños ecológicos.
Quienes también solicitan la remoción del basurero de la zona son los habitantes de Emiliano Zapata, Oel Consospo López, agente municipal, quien además sabe que no sólo con alejarlo de las comunidades queda resuelto el problema sino además se deberá hacer una limpieza integral de la zona.
-Aquí pues ya tiene muchos años que está el relleno sanitario y hemos pedido que ya se haga el cambio, aunque sabemos de hecho que al quitarlo no vamos a evitar la contaminación todavía porque la basura ya está ahí amontonada y va a seguir circulando quien sabe por cuántos años, pues sí sería bueno que lo moviera en otros sitio-.
Oel entiende que a ninguna persona le gusta tener cerca un depósito de basura por lo que pidió que sea alejada de toda concentración urbana para evitar contaminar y dañar a otras personas tal y como ha sucedido en Emiliano Zapata desde 1995, cuando el basurero se puso en lo alto del cerro.