Café para Todos/ Alberto Carbot

En días pasados, el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong tuvo sin duda uno de los momentos estelares de su gestión en Bucareli, cuando se reunió públicamente con los dirigentes del movimiento estudiantil del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y fue aclamado por los jóvenes, que casi lo sacaron en hombros de la plaza.

Fue una jugada atrevida en la que apostó todo su capital, pues si hubiera habido por ahí algún grupo agresivo y fuera de control que generara  una revuelta, quizá las consecuencias hubieran sido desastrosas.

Sin embargo, pareció todo como si hubiera sido preparado por el mejor de los coreógrafos.

Sin duda, el titular de Gobernación exhibió su larga experiencia y su capacidad de liderazgo, Y no faltaron los exaltados que ya comenzaron a colocarlo en primera fila en las apuestas para postularlo como candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la presidencia.

Sin embargo, no todo es tan sencillo como parece. En realidad, Osorio Chong sentó un precedente con esta negociación “atípica”, para decir lo menos, pues ahora cada vez que un grupo más o menos organizado que logre juntar un buen número de seguidores y consiga hacer movilizaciones similares, buscará llevarse la bolsa completa.

Con los mismos politécnicos, ahora el riesgo radica en que no se conforman con haber recibido respuesta a todas sus peticiones, algo que ni en sus sueños más disparatados imaginaron.

Aunque lograron la renuncia de la directora general del IPN, Yoloxóchitl Bustamante, y que se echara abajo el nuevo reglamento, parece que también quieren que se le someta a una auditoría para saber si no incurrió en algún desfalco.

Además, los profesores ahora quieren también que les resuelvan el tema de las plazas que no se les han otorgado y no faltan las voces de los que reclaman que el IPN obtenga el estatus de autonomía del que disfrutan la mayoría de las universidades del país, y que siempre se les ha negado. “Es ahora o nunca”, se oye decir en los corrillos del Politécnico.

El gobierno ha producido un héroe súbito. El secretario de Gobernación se ha convertido en el personaje del momento. Rompiendo la tradición del secreto, salió al encuentro de los disidentes, escuchó sus demandas, prestó su voz para divulgar su lista de exigencias y se comprometió a dar una respuesta puntual en breve lapso.

Salir de la cueva del poder para encarar en plena calle a los críticos no es algo que vemos todos los días. Más bien, es algo que no hemos visto nunca. Un lance inédito, audaz. El atrevimiento no estaba libre de riesgos. Cualquiera pudo haber lanzado una piedra, una bolsa de pintura, un jitomate. Los gritos habrían sido suficientes para aplastar el experimento.

No fue así: la protesta encontró un cauce para expresarse y -más importante- para hacerse oír, ciertamente con orden y sin los abusos habituales que usualmente aprovechan los manifestantes y anarcos que han hecho de las marchas su profesión y el modo para dar rienda suelta a su agresividad.

 El gobierno federal reconoció públicamente un movimiento de protesta estudiantil, aceptó su legitimidad para plegarse después a cada una de sus exigencias.

En cuanto a la actuación de Osorio Chong, aunque procedió de la forma en que lo hubiese deseado cualquiera de los que han salido a las calles a manifestarse y que en el pasado siempre ha obtenido sólo cerrazón y oídos sordos como respuesta, no faltan los que cuestionan la teatralidad de su postura.

Ciertamente, hay muchos que celebran que el gobierno haya sido condescendiente con los estudiantes, los haya escuchado y mostrado madurez suficiente para abrirles las puertas y cuando los jóvenes exigieron su presencia, Osorio Chong se quitara el saco y saliera a atenderlos y oírlos.

LOS HOMBRES DEL GOBIERNO YA APRENDIERON LA LECCIÓN DEL 2 DE OCTUBRE DE 1968

Aquí influye también la experiencia histórica. Seguramente la gran pesadilla de todos los funcionarios públicos después del 2 de octubre de 1968 es tocar con el pétalo de una rosa a un estudiante. Si una protesta similar a las que se vieron en los últimos días en el IPN se sale de cauce, no hay que tener más de dos dedos de frente para anticipar sus consecuencias.

Pese a todo, los críticos se quedaron sin argumentos. Cómo se puede cuestionar a alguien que en lugar de dar un portazo sale a escuchar las demandas y luego responde con un “sí” a todo el pliego petitorio, para por lo menos frenar un movimiento que amenazaba con convertirse en bola de nieve y generar una avalancha mediática, como lo fue en su momento el #Yosoy132.

Pero ¿Osorio Chong será tan generoso con los maestros de Oaxaca, Guerrero o los integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas, como lo fue con los politécnicos? Esa es la gran pregunta.

Por el momento, la situación resultó impecable. Osorio Chong fue aclamado y seguramente liderará las encuestas de preferencias. ¿Por cuánto tiempo? Es imposible saberlo, pero él seguramente está consciente de que el aguinaldo sólo puede otorgarse una vez al año, porque el dinero de las arcas se acaba.

Lo cierto es que tendrá que ser más cuidadoso en volver a aplicar su mismo método, porque la siguiente jugada podría ser muy desventajosa, y a esta historia le faltan todavía muchas corridas. Vendrán pruebas y más pruebas del ácido y lógicamente no se puede ganar en todas las oportunidades.

No obstante, no hay que olvidar que Osorio es un hombre muy hábil, que domina la escena, sabe negociar, tiene experiencia política, y que sin duda alguna ha sabido sortear los desafíos que se le han planteado en los últimos meses, incluido el tema de Michoacán y del huracán Odile en Baja California.

Claro, falta mucho todavía para que la sucesión se inicie, pero si el secretario de Gobernación resiste hasta el final y consigue demostrar que no se afloja ante el “fuego amigo” -como no lo ha hecho ante el enemigo-, entonces seguramente tendrá todas las posibilidades de ser tomado en cuenta en la carrera presidencial dentro de 3 años.

Miguel Ángel Osorio Chong es un hombre por el que pocos apostaban al inicio del sexenio y aunque se sabía que estaba bien dotado para las lides políticas -como lo demostró cuando fue gobernador de Hidalgo-, no se le conocían las prendas que ahora ha mostrado.

Empero, habría que preguntarse qué sucederá si en la siguiente protesta el gobierno o el propio Osorio Chong no atiende igual a los manifestantes como lo hizo con los politécnicos. El problema es que no se puede decir sí a todo, porque los huevos en la canasta podrían agotarse y la astucia política consiste en dosificar la relación entre el estímulo y la recompensa.

La gran pregunta es: ¿cuál será entonces la vara con la que se medirán las futuras negociaciones, como por ejemplo la papa caliente en que se ha convertido el caso de los estudiantes desaparecidos de la Normal de Ayotzinapa?

GRANOS DE CAFÉ

Al dar inicio oficialmente el proceso electoral 2014-2015, el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (antes IFE) Lorenzo Córdova,  realizó un llamado a todas las fuerzas políticas para actuar en el marco de la legalidad y defender sus triunfos por la misma vía, sin caer en las descalificaciones, lo que ya es una práctica común que demerita la poca calidad de la democracia mexicana.

Los ataques -incluso hacia el propio INE-, han sido recurrentes por parte del PAN y del PRD, que acusan a esa institución ciudadana de ser comparsa del PRI, cuando ni siquiera se han elaborado y menos aún presentado las listas de aspirantes a las 9 gobernaturas y 32 congresos locales que estarán en disputa en los comicios del 2015.

Tristemente son las mismas organizaciones políticas de “oposición” las que lanzan la piedra y esconden la mano, ya que les ha resultado propagandísticamente viable hablar de fraudes electorales a meses de distancia de los comicios, porque generan el ambiente propicio para la duda, de tal forma que cuando pierden, recurren al mismo discurso desgastado haciéndose las víctimas.

Sin embargo, cuando obtienen el triunfo -no siempre legítimo y libre de marrullerías, acarreos y artimañas por todos conocidas-, entonces se esmeran en poner en alto “la democracia” mexicana que ellos mismos contribuyen a degradar con sus acusaciones a destiempo.

Este tipo de tácticas propagandísticas, sólo contribuyen a la descalificación de las desgastadas instituciones electorales y, en consecuencia, al descrédito del sistema de partidos que vivimos, lo que conlleva a la duda permanente sobre la legitimidad de quienes resultan electos.

Quizá el resolutivo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que prohíbe las campañas sucias en este proceso electoral, ayude a contener las posiciones protagónicas de quienes están acostumbrados a ganar posiciones políticas con el descrédito ajeno.

Para nadie es un secreto que el actual sistema de partidos -del cual se han beneficiado infinidad de agrupaciones-,  de ninguna manera refleja la voluntad ciudadana y que los mexicanos estamos hartos de financiar vía impuestos.  Sin embargo, si tenemos instituciones encargadas de regular los procesos electorales, debemos aprovecharlas.

Ojalá que el compromiso que expresaron los representantes de los partidos ante el INE sea legítimo y sea la muestra de la anhelada civilidad política que permita dirimir los conflictos electorales por los cauces institucionales…

…¿Qué habrá de cierto de que algunos de los manifestantes de la Normal de Ayotzinapa que se encuentran desaparecidos, prestaban sus servicios a los cárteles guerrerenses contrarios al de Beltrán Leyva y que fueron enviados a provocar a la familia mafiosa del ex presidente de Iguala José Luis Abarca?… Por lo menos esa es una de las varias hipótesis que se manejan… Sus comentarios envíelos vía internet a la dirección [email protected]