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Alrededor de 20 niños con cáncer que son atendidos en el Hospital General de Tapachula, tuvieron un día distinto, por un momento se olvidaron del tratamiento diario y convivieron con el personaje de “Pitufina” quien les llevó mochilas y útiles escolares.
Este personaje llegó acompañada por miembros del Club Social Campestre de Tapachula, que gracias a la campaña de donación de mochilas que comenzaron el 8 de julio, hoy pudieron convivir con los niños y sus padres, logrando con ello momentos de alegría que sirven de aliciente a las situaciones adversas por las que pasan a causa de esta enfermedad.
La iniciativa de convivir con este sector infantil, nació hace tiempo por algunos miembros de este club social, que acudían cada miércoles a esta área del Hospital, a hacer manualidades con los niños, dándose cuenta en ese momento de las carencias y dificultades económicas de los padres.
Sandra Coutiño sufrió la devastadora noticia hace 5 meses; a su hijo Fernando Aguilar de 8 años de edad, se le diagnosticó cáncer después de varias semanas de estudios continuos. Para ella y su esposo, el que alguien se preocupe por darles tiempo a los niños enfermos es un motivo de reconocimiento.
Los alcances económicos para las familias que están en estas condiciones se ven mermados en poco tiempo, por eso, bien valdría la pena que otras organizaciones y asociaciones así como los organismos gubernamentales, fijaran la mirada en la situación por la que pasan los niños enfermos de cáncer.
La señora Sandra Coutiño lanzó la recomendación a los padres de familia de hacer estudios generales a sus hijos a pesar de verlos aparentemente sanos, porque una detección temprana marca la diferencia.