
Mayo, mes crucial para la educación.
Es un joven que nació un 5 de mayo de 1989 y hoy tiene 25 años, que por su origen y el carácter de sus padres debería ser rebelde, sin embargo, dicen, que fue mal educado, ya que se ha inclinado por la buena vida y a disfrutar de los discretos encantos de la burguesía, cuando debería estar preocupado y ocupado, como lo hicieron sus abuelos y padres, por los desprotegidos, por los pobres, el proletariado, luchando a diario contra la injusticia, el abuso de poder y la corrupción ética, moral y económica del régimen; debería poner todas sus fuerzas, toda su vitalidad, en construir un mundo de felicidad y amor, de darles a todos todo para borrar la escasez, el hambre, la ignorancia y la enfermedad que matan y esclavizan.
Su actitud personal debería ser en el sentir en carne propia cualquier injusticia que sucediese en el mundo, de estudiar y aprender lo mejor de la ciencia y la técnica para ponerlo al servicio de la humanidad, de estar dispuesto a sacrificarse por el bien de todos, de ser el primero ante la solicitud de un voluntario que va a una tarea difícil y peligrosa, sin pedir nada, sin reclamar riquezas, más solo recibir el reconocimiento de todos y el respeto a su ejemplo y palabra.
Sin embargo le llenaron la cabeza de egoísmos a fuerza de halagos hasta desclasarlo, de pensar como burgués y desear la vida de burgués, cuando solo es un proletario, o naco a tono más despreciativo de la alta y moderna sociedad. Le gano el discreto encanto de la burguesía, porque gustaba que le dijeran que fuera moderno, inteligente y bonito; la dulzura de las palabras de sus contrincantes era seductora hasta que lo enajenaron. Más bien querían amansarlo, domesticarlo, manipularlo y usarlo, para sus fines al hacerlo amante de riqueza y lujos, de cosas banales pero sin ética, sin principios ni honor.
La constitución del Partido de la Revolución Democrática (PRD), hace 25 años, se hizo para dar respuesta a un régimen político autoritario corrupto de partido de estado hegemónico; para alinear en ese momento a las fuerzas políticas nacionalistas, progresistas, socialistas y comunistas, con lo que se le definió un perfil de izquierda, proponiendo un proyecto nacional de justicia social contra la corrupción, el recuperar del olvido los propósitos nunca cumplidos de la revolución mexicana de 1910 y la instauración de un régimen político democrático, así como un modelo económico que atendiera demandas y reclamos de la población, prioritariamente a la desvalida, marginada y excluida.
Desde un primer momento y a efecto del fraude electoral del 1988 que arrebataba la presidencia a su candidato, Cuauhtémoc Cárdenas, se propuso ir por el poder no para encumbrar a alguien que después gobernara con y como buen servidor de la derecha. Se propuso alcanzar el poder para promover como partido y como gobierno ir a cambios sociales con sentido nacionalista en bien del pueblo.
Han pasado 25 años, con importantes antecedentes de actividad política del México posrevolucionario, en lo principal él de la simulación. El periodo presidencial de Lázaro Cárdenas, se puede precisar y sin duda, fue este el último jalón de transformación social frente a una política de simulación de estado del resto de presidentes que en el discurso se mostraban revolucionarios y en los hechos eran parte de la maquinaria de una dictadura perfecta a favor del capital, de la explotación, la corrupción y la antidemocracia de una dictadura perfecta.
Se dejaba y se deja siempre de lado el atender al trabajador sometido y corporativizado por el charrismo sindical, como una jaula de hierro y oro; del campesino excluido y atrapado en una perene miseria; a la clase media engañada siempre con el sueño de la opulencia y que por más esfuerzo no sale del continuo vivir al día, se dejaba de lado al gran número de empleados burócratas tratados a diario con el escalafón del servilismo, se deja de lado al empresario nacionalista mexicano que a esfuerzo siempre en una competencia desigual frente al gran capital, a los diferentes sectores sociales reclamantes de atención en una u otra demanda de justicia, de derechos, de atención a problemas inmediatos o de escasez también olvidada.
La izquierda anota en esta forma en estos 25 años el nacimiento de un partido que la saca de la marginación y va a tres ocasiones dramáticamente a rasguños alcanzar por la vía electoral la presidencia de la república; en ese borde a la reconformación de su perfil de la izquierda con la formación de un nuevo agrupamiento, el partido Morena, y la reconfiguración para la cita de contienda electoral inmediata del 2015 con la segura transformación tanto del PRD, del Partido del Trabajo(PT), del que ha aprovechado la circunstancia el Partido Movimiento Ciudadano(PMC) y el nuevo Partido Morena(PM).
En una gran equivocación de ver a los programas sociales como el alcance mayor de proyecto político de quienes hoy tienen su dirección, dando subsidios en pensiones a adultos mayores, seguro de desempleo, madres solteras, becas, entre otras, más que en plantearse un proyecto de transformación y justicia social, anticapitalista y anti neoliberal, de cambio profundo, y, si se quiere el termino, en un cambio estructural a favor de los trabajadores, del pueblo y los desposeídos.
El PRD llega a sus 25 años dividido, con una dirigencia nacional monopolizada por una corriente, la Nueva Izquierda; el rediseñado Instituto Nacional Electoral (INE) lo coloca como la segunda fuerza política con 3 millones 435 mil 979 militantes, inmediatamente abajo del PRI que se dice con 5 millones.
Al punto de la cita de agosto, que se puede diferir a septiembre también como maniobra, para cambiar a su dirección política y pese a llamarse democrático, paradójicamente la elección de su próximo dirigente será decisión de su Consejo Nacional, no de la militancia que podría expresar su voto en urnas, que fue en sustancia lo que le dio justificación histórica.
La reconfiguración en la decantación de tres opciones puede suponerse en que si la hegemonía de la corriente dominante se impone un contingente de sus militantes se desplazara a otra opción, si la otra queda con aceptación única, a fuerzas externas no le es aceptable, si se pretende una combinación controlando al dirigente y sometiéndolo es ya mal visto.
Más en esa reconfiguración se extiende a la reubicación tanto del PT y el PMC, de los que es posible su salida de escena con la llegada del Partido Morena, al que se amenaza de negarle el registro y con esto darle una ayudadita desde afuera a la corriente hegemónica.
A todo con esos 25 años de edad y como el poeta señalará en alguna parte para la izquierda: ya estamos en el lugar que significa todo contra lo que luchamos de jóvenes, de muy jóvenes soñadores.