Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
Entre partido y partido mundialista, entre golazos y sombrerazos, hierve en el Senado la discusión de las leyes secundarias en materia energética.
Entre el juegazo de Inglaterra con Italia y la sorpresa de Costa Rica al derrotar a Uruguay, la supremacía de Francia sobre Honduras y el clamor de la afición por la presentación de Argentina, pocos se han enterado que senadores del PRI, PAN y Partido Verde, validaron –en 52 minutos– la nueva Ley de la Industria Eléctrica, para “bajar el switch” a las tarifas, abrir el sector a la competencia y a la importación del servicio. También avalaron la nueva Ley de la Industria Geotérmica así como reformas a la Ley de Aguas Nacionales. De esa forma, los senadores concluyeron los dos primeros paquetes de la Reforma Energética.
Pero…
Los senadores del PRD se retiraron de las discusiones por considerar que PRI y PAN violentaron el Reglamento del Senado al imponer su mayoría en un acuerdo que deja la votación de los dictámenes al final… y se arma el escándalo.
Miguel Barbosa, coordinador de la bancada perredista explica que “el Partido Acción Nacional quiere desahogar los asuntos sin el PRD, y ha impuesto esta condición al PRI… y el PRI la ha aceptado”.
Tecnicismos parlamentarios aparte, los perredistas se quejan de que no se les ha permitido debatir y por eso se retiran –en comisiones– pero anuncian una embestida en las discusiones plenarias.
Pero el retiro perredista tiene un componente absurdo. Los legisladores del Sol Azteca se quejan de ninguneo e impedimentos para usar la tribuna… y han hablado tanto como los loros huastecos. Es decir, mucho.
Datos del Senado contradicen la queja:
“Del martes 10 de junio, cuando inició el proceso, al viernes 13 cuando decidieron levantarse de la mesa, sus intervenciones sumaban más de 800 minutos, porque a pesar del acuerdo de hablar hasta por 10 minutos, ellos lo hicieron, en muchas ocasiones, hasta por 40. En la sesión de las comisiones unidas de Energía y Estudios Legislativos, Primera, del día 10 de junio hubo 59 intervenciones de legisladores de todos los partidos políticos y sumaron 205 minutos, y de esas 59 participaciones, 42 fueron del PRD-PT.
“Para el 11 de junio hubo 63, de esas más de 40 fueron del PRD-PT; el 12 de junio fueron 69, de esas el PRD usó 51 veces la palabra.
“Y el 13 de junio, cuando se levantaron, iban 12 intervenciones y los perredistas llevaban 6”.
¿Quién les entiende?
El PRI y el Gobierno tienen la culpa de los exabruptos perredistas, por andar de dadivosos y pretender un pacto con quienes tienen la cola larga y el colmillo retorcido en eso de anteponer el radicalismo en busca de más votos en 2015… y 2018.
Total, el PRD se levanta de la mesa… pero quema el mantel. Miguel Barbosa se lamenta: “yo quiero decirle al PRI, al gobierno federal: que con su PAN se lo coman”; Alejandro Sánchez Camacho, Secretario General del PRD, amenaza: “intensificaremos nuestra presencia en las calles y haremos saber a los ciudadanos los verdaderos propósitos de la reforma privatizadora del gobierno federal que no se saldrán con la suya”.
Los espectadores de este otro encontronazo –sin fair play– ya no damos cabida a las sorpresas.
@JoseCardenas1 | [email protected] | josecardenas.com.mx