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Por José Jiménez
Las características tan singulares y la dinámica económica de la Ciudad de México propicia e que en ella converjan e interactúen todo tipo de empresas, desde los emporios transnacionales hasta las pequeñas y micro empresas, éstas dos últimas enfrentan diariamente la competencia y difíciles retos en materia de regulación administrativa, de acceso a créditos y captación de mercado.
En esta difícil realidad como marco, las medianas y micro empresas son generalmente de un perfil familiar resultado muchas veces, de la falta de oportunidades de empleo formal y de la búsqueda de ingresos de estas familias para su sostenimiento. Estas empresas, por su cantidad, representan en conjunto una importante fuente de ingresos e incluso de empleos para el Distrito Federal.
En cuanto a las pequeñas y medianas empresas, regularmente se trata de empresarios que invierten en negocios con la visión de que puedan llegar a convertirse en empresas grandes consolidadas con amplias posibilidades de crecimiento. Su importancia y trascendencia radica en gran parte, en la creación de empleos formales.
Dentro de este tipo de empresas, un gran número se encuentran o se coloca de manera irregular en materia de uso del suelo, en muchos casos por encontrarse en zonas con un tipo del suelo que no permite su establecimiento, careciendo de certificado de zonificación y por ende de las licencias, permisos o autorizaciones para su operación.
En consecuencia resulta importante proporcionar a las empresas micro, pequeñas y medianas, la posibilidad de operar en un marco de legalidad, certidumbre, seguridad jurídica y económica, condiciones indispensables para su nacimiento, crecimiento, consolidación, acceso a créditos y crecimiento.
Aún cuando la realidad impone condiciones de un mercado informal, las empresas como factor común deberían tener como un objetivo permanente el insertarse en los mercados formales, contribuir a la generación de empleos y el desarrollo sustentable de la Ciudad.
Al atenderse y definirse con claridad el que se hace, como se hace y cual es el futuro de eso que se hace se tiene también atender una importante problemática alrededor como externalidades, positivas y negativas, que al controlarse se alcances resultados de no afectación y sustentabilidad efectiva.
A un hecho concreto y para su consolidación de lo existente, sin atenerse en el dejar pasar como condena a no poder cambiar, es recomendable encaminar acciones a definir derechos de propiedad y obligaciones, programas de regularización de usos de suelo en los que operan medianas, pequeñas y micro empresas, consideradas de bajo impacto en su inicio, cuidando de su existencia y consolidación, por el numero de empleos que representan y a lo que incluimos la economía local.