TELEFONO ROJO/José Ureña

TELEFONO ROJO

· Enojo y cansancio en el PAN con Ernesto Cordero

· Su pérdida de control sobre la fracción senatorial

· UNAM y UACM, 2 conflictos en camino de solución

En las oficinas de Gustavo Madero fue escuchada la siguiente queja:

-Queremos dar imagen de un PAN diferente, conciliador, partidario de las reformas para cambiar a este país. Pero aparece (Ernesto) Cordero y todo lo descompone.

El propio Madero lo ha prometido en otros términos:

-Nosotros estamos con México y no seremos obstáculo como lo fue el PRI con los gobiernos de Acción Nacional.

Pero el problema azul es de fondo.

Los miembros del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Madero ven con sorpresa cómo el secretario de Desarrollo Social y de Hacienda de Felipe Calderón ha formado un bloque duro con Miguel Barbosa y su fracción perredista.

Cordero y compañía han torpedeado muchos empeños de la cúpula panista por llegar a entendimientos con el gobierno de Enrique Peña Nieto y sobre todo cumplir la palabra empeñada en el Pacto por México.

Se ha visto en distintos casos. Dos:

1.- Con la reforma laboral, cuando panistas y perredistas quisieron entrometerse en la llamada autonomía sindical.

Un objetivo específico porque el corporativismo obrero responde mayoritariamente al Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Y 2.- en las reformas para someter a la aprobación del Senado de la República los principales nombramientos de seguridad pública, lo cual mantiene en espera de ratificación al doctor Manuel Mondragón como jefe policiaco máximo.

PANISTAS MAS RADICALES QUE LOS PERREDISTAS

La desconfianza de la cúpula panista a Ernesto Cordero no ha cambiado.

Es punta de lanza del calderonismo.

Y aunque el grupo liderado por Gustavo Madero no ha tomado vuelo para una reforma de fondo al partido, tampoco quiere dejar espacio para los rezagos de Felipe Calderón porque sería condenar más al PAN.

En ese pleito están cuando se da un cambio significativo.

El panista Cordero, como el perredista Miguel Barbosa, avalaron el pasado fin de semana la presencia y el uso de la tribuna del Senado por el presidente Enrique Peña, un hecho inédito.

Pero a espaldas de Cordero, cuando éste se encontraba en el estado de México, un grupo de sus coordinados decidió oponerse al discurso del presidente de la república.

Cordero no mostró control y le madrugaron Laura Rojas, Javier Corral, Roberto Gil y otros.

Eso regresa a la intransigencia de otros tiempos, cuando los titulares del Poder Ejecutivo sólo participaban en actos protocolarios senatoriales –como la entrega de la Medalla Belisario Domínguez- sin dirigir mensaje alguno.

Así será hoy en el acto de las 18:45: Peña izará la bandera en la Media Luna del edificio ante el gabinete de Seguridad y hablarán Emilio Gamboa como presidente de la Junta de Coordinación Política (JCP) y el general secretario Salvador Cienfuegos.

Luego habrá un receso para pasar al salón de sesiones, donde el único orador será Cordero en su calidad de presidente del Senado.

En el PAN reflexionan sobre estos acontecimientos con una pregunta:

-¿Ha perdido Cordero el control de su bancada?

Magnífica noticia para quienes, como Madero, quieren cerrar el paso a quien el calderonismo abandere como candidato a presidente del PAN.

LA UNAM NO HA QUITADO CASTIGO A VANDALOS

Dos problemas universitarios van hacia su solución.

1.- La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ya recibió de unos cuantos pero muy violentos jóvenes las oficinas administrativas del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), condición inicial de la Rectoría para dialogar.

Ahora viene lo bueno: empezar a discutir los asuntos pendientes, entre ellos las sanciones impuestas a quienes fueron expulsados y contra quienes hay procesos penales por vandalismo.

En el haber del rector José Narro queda un dato: pese al conflicto en oficinas, ninguno de los cinco planteles dejó de impartir clases.

Pero a las 14:00 horas de este jueves comenzará la historia de verdad, la solución definitiva o el regreso a la barbarie impulsada por esos vándalos.

Y 2.- el gobierno de Miguel Mancera ha tenido muchos problemas para poner orden en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UNAM), recibida de Marcelo Ebrard sin clases, un plan académico ineficiente y con grupos porriles enquistados.

Desde diciembre lo dijimos aquí: Mancera y el líder de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), Manuel Granador, negociaban la salida de la rectora Esther Orozco.

Negociación difícil porque no se quiere violentar la autonomía universitaria y rechaza su salida a pesar de su imposible permanencia.

La decisión estaba tomada y su instrumentación ha llevado tiempo.

No tardaremos en ver el desenlace.

La reforma de la UACM viene en serio con un salto académico.