Opinión/José Luis Camacho Acevedo
TELEFONO ROJO
· Seguridad: un bosquejo al programa de hoy
· Comisión como el Homeland Security de EU
· A reconstruir la inteligencia perdida con Fox
A Enrique Peña Nieto le sobran municiones.
Sorteado el anunciado desconocimiento electoral de Andrés López y sus corifeos, el presidente de la república ha tomado la iniciativa y, está a vistas, también el control de la agenda política del país.
Es un script no previsto.
Cuando Felipe Calderón decidió usar todos sus recursos en perjuicio de su sucesor la designación de ministros y las iniciativas preferentes para desgaste del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Peña Nieto son sólo dos ejemplos- parecía perdido el dinamismo.
Las desavenencias entre fracciones parlamentarias y los daños colaterales de los proyectos legislativos, sobre todo la reforma laboral, no dieron espacio a Peña Nieto para la presentación de iniciativas propias y marcar el rumbo por donde transitaría su gobierno.
Sin embargo, desde el 2 de diciembre hay un alineamiento institucional gracias a las negociaciones con las dos principales oposiciones, las dirigencias institucionales de los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD).
Con los primeros se transitará gran parte del cambio, con los segundos en las coincidencias.
Los demás, el Partido del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano (MC), dormidos en el regazo del El Peje como están, difícilmente serán compañeros en la remodelación institucional del país.
El Pacto por México es apenas un bosquejo del largo camino emprendido con la reforma educativa y un presupuesto consensuado.
El turno es para la remodelación de la seguridad, acaso el mayor reclamo de la población.
LA OBTUSA ACTITUD DE CORDERO Y BARBOSA
Puede darse un bosquejo con la escasa información disponible.
Hoy en Palacio Nacional se darán a conocer a detalle los efectos inmediatos por las modificaciones a la Ley Orgánica de la Administración Pública y la Secretaría de Gobernación (Segob) de Miguel Angel Osorio Chong como ente rector.
Panistas y perredistas se perdieron en el pobre afán de Ernesto Cordero y Miguel Barbosa de reservar para el Senado de la República la ratificación de los mandos policiacos.
No es tan obtusa la reforma.
Pasan a Gobernación todas las estructuras en el sentido amplio, con la Comisión Nacional de Seguridad Pública (CNSP) y su coordinador Manuel Mondragón y Kalb como cabezas responsables de la coordinación con estados, otros organismos incluido el Poder Judicial- y la reinserción social.
En ese sentido se recupera la visión de 1998, cuando en el gobierno de Ernesto Zedillo se encomendó al sinaloense Mayolo Medina estructurar un Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) para coordinar a estados, municipios, corporaciones, reparto de recursos, evaluación de mandos, padrones policiacos, archivos de policías, etcétera.
Política integral, pues.
Para dar una idea, con la Comisión se pretende una dependencia con funciones similares pero de menor peso al Departamento de Seguridad (Homeland Security) del vecino del norte.
Ni Mondragón es Janet Napolitano ni las condiciones de México son las de Estados Unidos.
DE LA PARANOIA DE FOX A VISION DE ESTADO
La tarea es mayúscula.
Los mexicanos están hartos de la violencia que tanto los ha desangrado en los recientes seis años y reclaman resultados inmediatos, pero sobre todo proyecto.
Lo hay.
Roberto Campa se encargará de instrumentarlo y supervisarlo desde una subsecretaría en Gobernación y, quién lo dijera, volverá a lo archivado por los gobiernos panistas cuando Vicnete Fox confundió al Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) como simple foco de espionaje político.
Se sentía perseguido y de su paranoia surgió el debilitamiento de los servicios de inteligencia.
Campa deberá responder por un reparto más transparente y más fructífero de recursos públicos, del programa de prevención del delito, de coordinar el trabajo político para unificar los códigos penales federal y estatales
Como está dicho arriba, en la estructura cabe perfectamente Mondragón, pero también la reestructuración del Cisen, para cuyo cargo hasta anoche había dos candidatos: María de los Angeles Fromow y Elías Rafael.
Esta vez sí se diseñó primero el plan y luego se escogió al titular.
LOS GOBERNADORES YA RESPALDAN EL PACTO
Sin ser aludido directo, el mexiquense Eruviel Avila tomó el reto del perredista Miguel Barbosa y respondió la incorporación de su estado al Pacto por México.
Desde la firma del Pacto, los gobernadores estamos haciendo lo que nos toca, en cada una de nuestras entidades, paera que todos los mexicanos se vean beneficiados de este gran acuerdo nacional, dijo Eruviel.
Abundó: el Pacto es una guía para quienes quieren trabajar por México.