Teléfono rojo
Bejaltik
F. Darinel
Iban por el camino cuando alguien le dijo:
-Te seguiré a donde quiera que vayas.
-Las zorras tienen madrigueras
y las aves tienen nidos le respondió Jesús-, pero
el hijo del hombre no tiene dónde recostar la cabeza.
Lucas (9: 57-58)
EL DESFILE
Los caminos de hoy
Así lo deseo
Antes que nada y ante el silencio de uno de los grandes misterios de la vida, ante esa quietud tan insondable e impenetrable, tan muda y tan dolorosa, tan sorpresiva y tan real como es la muerte; ante ese golpe tan contundente que no comprendemos, hoy de nueva cuenta, como en otras muchas veces, me prosterno y a la vez me conduelo muy sinceramente en estos momentos de la gran aflicción y pena por parte de una gran y querida amiga y esposa de un enorme querido hermano, como lo es Lucelly Constantino. A ella que en estos momentos adolece ya de la presencia física de su padre, que el día de anteayer falleció. A ella y para ella solo le puedo solicitar a el Gran Arquitecto del Universo, el gran hacedor de todo, que la resignación pronto llegue a su vida, que la paz la invada y que en el misterio indescifrable de la muerte le permita saber que su padre ya está bien, que ha dejado de sufrir y que todo ha pasado
a ti querida amiga mi deseo de pronta paz y resignación ante este paso inexorable.
Ensayo
Entrando ya al comentario de hoy, que gira en torno a lo deportivo, de inicio puedo decir que la prueba, por parte del ayuntamiento, de realizar el desfile cívico deportivo del 20 noviembre, sobre parte del bulevar Belisario Domínguez, como todo, tiene sus pros y sus contras, o si no son contras, por los menos son situaciones dignas de reflexionar en torno a ellas, dada la naturaleza y la importancia que tiene como origen este desfile, cuya razón es conmemorar el inicio de una de las luchas más importantes de nuestro país, nuestra revolución, que al final de todo, de la mayoría de sus grandes propósitos fue prostituida y olvidada, aunque los libros oficiales, la demagogia política y los intereses enormes sigan diciendo o haciéndonos creer, utópicamente, que todavía se desarrolla y sigue, desde que fue iniciada un 20 de noviembre de 1910.
Bien lo vale
Por eso mismo, esta celebración es de capital importancia respetarla y honrarla como se merece, más allá de la laboriosa logística y recursos empleados, pues el significado y la razón que esto entraña es vital, tan vital como para no olvidarlo y poder nuevamente revivirlo, en estos momentos que las palabras: independencia, reforma o revolución, a las nuevas generaciones les parecen tan ajenas, y que más bien los toman como solo historias, leyendas, mitologías de héroes y villanos, o tan solo una epopeya homérica escrita para mexicanos, para que tengamos algo en qué entretenernos y de qué enorgullecernos, pero no más, ya que así más o menos es concebida, no de ahora, vale apuntarlo, sino de hace muchos años.
Con propósito
Y es aquí en donde la importancia de la celebración retoma su fuerza, porque en tanto en las escuelas, en la casa y en donde sea posible recordar la gesta histórica de este hecho; La Revolución Mexicana, con la frialdad histórica que merece, con el apego más concienzudo que se pueda, con un sentido crítico y con respeto, entonces tal vez así se pueda reobtener una nueva conciencia sobre lo que fue y lo que se necesita hacer en esta hora; en este tiempo de la patria, que Ramón López Velarde lo calificó y le dijo a ella; y cito:
y en la prosaica era que te tocó vivir de sino adverso
….
La raíz
Por eso es importante una buena celebración, porque su significado, su origen y lo que entraña esta conmemoración no son cualquier cosa, y se necesita que existan buenas celebraciones para sensibilizar y concientizar a las generaciones actuales, para que tal vez un día retomemos el significado y la nueva vía de esta, que no es otro que el grito que dio Carmen Serdán un 18 de noviembre de 1910, mientras repelía desde los balcones y azotea de su casa, al lado de su madre y hermano Aquiles, el ataque de las fuerzas del gobierno de Díaz, que en un inter de la balacera clamó a los policías y soldados que los tenían rodeados: ¡Vengan, por ustedes lo hacemos, La libertad vale más que la vida ¡Viva la no reelección!.
Por eso mismo
Pero más importante aun es el último grito que da, poco antes de caer y ser aprehendida, cuando en un pequeño instante desde un balcón grito con pasión y mucho sentimiento: Mexicanos no permitan seguir viviendo de rodillas, justo como nuevamente estamos ahora, de ahí que la celebración; como apunté anteriormente, tenga y tiene que ser un motivo y una razón de recuerdo de honra y de no olvidar un hecho tan importante. Necesitamos celebraciones buenas, porque estos son elementos para no olvidar y para incentivarnos y seguir con una lucha que tiene que continuar, pero verdaderamente, no en la demagogia de los discursos.
A conciencia
De ahí que la reflexión, con comentarios a favor o en contra del desarrollo y cumplimiento del desfile, que es la celebración más importante del aniversario del inicio de nuestra revolución, tengan que ser en un sentido crítico propositivo, por los fines que he comentado. Por eso creo que el intento fue bueno, porque participaron más escuelas e instituciones otra vez, que el lugar por no tener vueltas y vericuetos, le dio un poco más fluidez; no toda la fluidez que se creía. Sin embargo el orden y la invasión de la vía por parte de los espectadores, que se suponía con esto no ocurriría, no pasó, pues como ocurría dentro de la ciudad, de nueva cuenta redujeron notablemente el espacio por el que transitaban los contingentes, lo cual trajo consigo un deterioro en la seguridad de los desfilantes, y la fluidez que se suponía estaba garantizada, pues como ya comenté, no fue. Por otro lado el evitar el caos vial, que era el otro de los fines, no creo que haya cumplido su propósito, yo creo que esto solo fue relativo, porque igual desquició a quienes intentaron cruzar el bulevar por donde se escenificaba el desfile.
A pesar de todo
Creo que dentro de la ciudad o en el bulevar, este desfile cívico-deportivo para que tenga fluidez, orden, seguridad y la congestión vial no afecte tanto, lo primero que se debe de hacer es una organización real y adecuada con todos los implicados, lo cual nunca se ha hecho, que incluya un estudio de las calles o vía por dónde pasará la marcha; los medios de desahogo; qué hará cada participante; el tiempo qué llevará su participación en los segmentos y todo lo demás que implica una buena y verdadera organización. Sin embargo, desde mi particular óptica, creo que el desfile debería volver a las calles de la ciudad, porque está demostrado con lo de ayer que lo que falta es una buena y efectiva organización, no vías alternas. Creo que debe de volver porque el palacio municipal y el centro de la ciudad, son los símbolos vivos de todas nuestras tradiciones, historia y costumbres y las calles le dan mayor calor humano. Creo que debe de volver, porque algo de ese sentido y ese sentimiento se perdió en mucho al hacerlo ahí, y creo que falta incentivar; por parte de este joven ayuntamiento, a las escuelas e instituciones participantes con algún premio, relativo a héroes o actos de la revolución, que incentive y enaltezca esta participación, que conmemora; y por conmemorar, debe de servir para rescatar la visión de lo que fue y es nuestra revolución.
Durante estos días y hasta el 7 y 8 de diciembre ¡no permitas te engañen! El teletón sirve para que televisa con tu dinero haga negocios y se enriquezca más, evada impuestos y la publicidad con la que nos bombardea; con el pretexto de solicitar ayuda, solo es para tener más audiencia, esos son sus verdaderos y perversos propósitos.
¡Padres de familia, jóvenes
¡¡NO COOPEREN!! es un fraude!
Sin embargo procuremos y exijamos ya, que las autoridades y todos juntos, consolidemos proyectos como estos, pero limpios, en atención de quienes así lo necesitan y lo han clamado.
Es cuanto.