Teléfono rojo
TELEFONO ROJO
* Peña desaparecerá la Secretaría de la Función Pública
* La comisión anticorrupción nacerá si más burocracias
* Chihuahua: los senadores prometen fortalecer y Pemex
La noticia es que no hay noticia.
O, en términos de Luis Videgaray a los senadores coordinados por Emilio Gamboa, la instrucción es cumplir todos los compromisos de campaña de Enrique Peña.
Y si usted quiere mayor precisión, es el mismo orden dado por Teléfono Rojo el lunes pasado:
Engendrar la Comisión Nacional Anticorrupción, el organismo cuyo futuro puede fortalecer -o desaparecer, si de quitar burocracia se trata- ese añejo entramado de instituciones de escasa acción e infinita parafernalia: Secretaría de la Función Pública (SFP), dedicada los últimos años a proteger a funcionarios amigos y sancionar administrativamente a los enemigos; Auditoría Superior de la Federación (ASF), de escandalosas observaciones y contadísimas recuperaciones; contralorías internas y su multiplicación a escala en estados, congresos, municipios
En segunda instancia, fortalecer al Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI), ese organismo de Jacqueline Peschard de nota y frustración semanales porque le falta poder, control, instrumentos.
Y de aquí a diciembre, negociaciones y más negociaciones con dos perspectivas:
1.- Si los partidos y bancadas de oposición cumplen su palabra, adelantar la presentación de iniciativas de trascendencia para iniciar el gobierno con cambios significativos.
Y en ese esquema, como adelantamos ayer, el interés primario es la reforma hacendaría -revisión de ingresos, rediseño de egresos- para dar paso a otros proyectos necesarios para desatacar el desarrollo.
Y 2.- y si fallan al compromiso repetido por todos sus coordinadores, esperar el inicio de la administración en enero para impulsar acciones posibles aunque no sean lo deseables -término de José López Portillo- con el apoyo de aliados originales y algunos sumados en el camino.
Queda pendiente un propósito intermedio: arrancar con inversiones a gran escala para incidir por igual en la detonación del crecimiento como en la satisfacción social.
¿Por qué no lo precisó Videgaray en Chihuahua, donde el gobernador César Duarte y los senadores electos priístas le dieron trato de presidente?
Una de dos:
O porque el gasto es facultad exclusiva de diputados, o porque esperan ver si Felipe Calderón les deja siquiera para la nómina.
La nómina, el bono, el aguinaldo, las compensaciones y esos mil desembolsos de cada año o de cada sexenio y los reportes no hablan de grandes existencias en caja.
NO MAS CONTROLARES DEPENDIENTES DEL GOBIERNO
Luis Videgaray hizo hincapié en el cumplimiento de la promesa.
Y una de ellas no fue crear burocracia, aunque se arranque con la construcción de una Comisión Nacional Anticorrupción.
Para evitarlo, aquí le va un adelanto de cómo se elabora el anteproyecto:
Desaparecerá la Secretaría de la Función Pública (SFP), ese elefante blanco nacido con Miguel de la Madrid como Secretaría de la Contraloría del Gobierno Federal y manoseada casa sexenio al gusto del presidente en turno como cuota política.
Sus labores serán absorbidas, de manera multiplicada, por la comisión de marras y no se trata de una simple sustitución de burócratas.
Hay una diferencia definitiva:
La SFP depende del presidente de la república -y qué mejor este sexenio para ilustrarlo: Germán Martínez, Salvador Vega Casillas, Rafael Morgan- y la CNA tendrá plena autonomía en cuanto a sus integrantes, todos de origen civil; de presupuesto, otorgado por la Cámara de Diputados, y político, sin ninguna liga con el gobierno de la república.
Videgaray dio estos pormenores y los senadores reunidos en Chihuahua le respondieron por voz de Emilio Gamboa el compromiso unánime de aprobar su creación con facultades vastas sobre la federación, los estados, los tres Poderes de la Unión, los municipios, las paraestatales y los organismos descentralizados.
Ahí viene como primer fruto maduro.
NI MENOS PEMEX NI ACCESO A INVERSORES FORANEOS
Otro fruto maduro es la reforma a Petróleos Mexicanos (Pemex).
La presencia del presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) no fue casual.
Juan Carlos Zepeda les garantizó muchas cosas y los senadores electos se comprometieron a llevar a la práctica esos propósitos: Pemex se fortalecerá, se le quitará carga fiscal para darle maniobra, se bursatilizará a fin de capitalizarlo, el Estado mantendrá la soberanía sobre los hidrocarburos, no se darán concesiones al sector privado y menos a extranjeros y se le darán recursos para exploración, explotación, procesamiento y comercialización de los energéticos.
Esto es fundamental porque, les detalló Zepeda, todavía hay enormes yacimientos en aguas someras y la paraestatal es líder mundial en la materia.
Ahí tiene actividad por decenios y decenios.
Así atenderá las reservas probadas para diez años y las probables por lo menos para 20 más.
Simultáneamente será necesario el desarrollo de tecnología en aguas profundas porque la exacción está a la vista: cada año Estados Unidos explota más de cien pozos en el golfo de México y México apenas dos.
Sí, 50 a 1.
A eso nos ha llevado la añoranza estatista del pasado.