Libros de ayer y hoy
COMENTARIO A TIEMPO
LOS MITOS DE LA IGLESIA
Por Teodoro Rentería Arróyave
El conocido y respetable colega jalisciense, Juan Carlos G. Partida, nos envía, vía correo electrónico, una semblanza sobre la última aportación de la historiadora Laura Campos con la cual en base a investigaciones profundas desmiente los mitos sobre la Iglesia y la Guerra Cristera.
En el mismo nos pide la más amplia difusión sobre este nuevo libro titulado Los 100 Mitos de la Historia de México que salió con la firma de Santillana, en el cual la historiadora, también tapatía, Laura Campos Jiménez desvela en la falsedad de la Iglesia católica al señalar que el clero nunca combatió con las armas en la mano durante la Guerra Cristera, demostrando que los mártires hoy canonizados y para quienes se construye un santuario y el ayuntamiento de Tlaquepaque plantea una inversión multimillonaria en vialidades para dar acceso a sus feligreses, formaron parte de las huestes fanatizadas que asesinaron a cientos de personas al grito de viva Cristo rey.
Lo que ocurrió en el pasado y lo que está corriendo en el presente, donde dineros del erario los ha distraído el llamado gober piadoso, Emilio González Márquez, nos obliga a cumplir con el cometido de difusión, que además contiene una recopilación sobre esos mitos que antes realizó el también respetado historiador Francisco Martín Moreno.
Laura Campos señala que la jerarquía eclesiástica de la época apoyada en las encíclicas del papa Pío XI y en la enseñanza moral de los doctores de la Iglesia institucional no sólo justificó teológicamente la lucha armada, sino que la apoyó y la bendijo, sin medir las consecuencias sociales, políticas y económicas que acompañaron a la revuelta.
El propio papa Pío XI, en vísperas del alzamiento cristero, se pronunció sin rodeos a favor de los sediciosos. El 18 de noviembre de 1926 publicó la encíclica Iniquis Afflictisque, en la que bendijo a los jerarcas católicos y al clero deseoso de sufrir duras pruebas.
José María González y Valencia, arzobispo de Durango y presidente de la comisión de obispos mexicanos en Roma durante el conflicto cristero, dio a conocer a sus fieles las palabras aprobatorias de Pío XI respecto del levantamiento armado:
Qué consuelo tan grande inundó nuestro corazón de prelado al oír con nuestros propios oídos las palabras del jefe supremo de la Iglesia ( ) le hemos mirado conmoverse al oír la historia de nuestra lucha ( ) aprobar vuestros actos y admirar todos vuestros heroísmos ( ). Él, pues, el sumo pontífice, os anima a todos, sacerdotes y fieles, a perseverar en vuestra actitud firme y resuelta. Os anima a no temer a nada ni a nadie, y sí sólo temer el hacer traición a vuestra conciencia.
Fue justo la publicación de las encíclicas pontificias de Pío XI y las cartas pastorales del episcopado mexicano lo que motivó a muchos sacerdotes católicos a incitar a sus feligreses a la rebeldía armada, desde el púlpito, los confesionarios y la promesa de indulgencias a quienes se diera de alta en el ejército libertador, los futuros santos mártires.
Hubo sacerdotes que empuñaron y capitanearon a la prole fanatizada desde El Vaticano. Entre ellos sobresale José Reyes Vega el Pancho Villa de sotana, famoso por su impulsividad y su gusto por las mujeres. Fue cura de Arandas y luego general cristero.
Esto y más contiene la investigación histórica que prueba una vez más que las guerras que hemos sufrido, como la actual contra el crimen organizado, son financiada y provocadas por el exterior: nosotros ponemos los muertos, ellos se quedan y se quedarán con las ganancias.
Periodista y escritor. Vicepresidente de FELAP y Presidente fundador y vitalicio de FAPERMEX. Agradeceré Sus comentarios y críticas en [email protected], [email protected] y [email protected] Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.mx, y www.clubprimeraplana.com.mx