
PAN Guanajuato se suma a marchas vs denominado Fraude Judicial
BEJALTIK/F. Darinel
(Muchos Caminos)
No me vas a encontrar,
quieres tirar por la calle de en medio.
No me vas a encontrar,
no sé rodar por caminos estrechos.
Quique González
LOS CAMINOS DE HOY
El maestro
El sábado de la semana pasada dio inicio un seminario de fotografía en las instalaciones del Centro Cultural Rosario Castellanos, aunque éste seminario fue un breve curso-taller de fotografía, impartido por el maestro Óscar León Ramírez.
Posiblemente a Óscar no le guste esto de el título de maestro, y digo posiblemente no le guste, no porque lo afirme, sino porque no lo sé, ya que el tamaño de su sencillez y un absoluto despojo de egoísmo profesional que Óscar tiene, esto demuestra y sustenta la primera parte de ese título, porque la segunda parte, muy ganada a pulso, está en la enorme cantidad de conocimientos técnicos y culturales que Óscar León Ramírez posee, y que aunque posiblemente no le guste, y apunto posiblemente, porque no lo sé a ciencia cierta, lo que sí es cierto es que Óscar como ser humnao y como fotógrafo, como reportero gráfico, como artista de la fotografía y como catedrático para transmitir sus conocimientos, tiene maestría para hacerlo, tiene una absoluta maestría para transmitirlo, pero sobre todo Óscar tiene maestría para conmover a sus alumnos y lograr que en ellos se aniden semillas de esperanza, de sensibilidad y de sueños que puedan venir en lo futuro.
El curso
Así, se desarrolló este curso taller de fotografía, intitulado: DE DAVINCI A LA ERA DIGITAL, curso que se dio desde el sábado 13, al martes 16 de este mes de agosto, un curso que yo lo podría catalogar, dentro de los grados que el arte exige, lo catalogaría como una hermosa iniciación al arte de la fotografía, arte que indudablemente está; y bien ganado a pulso, incluido dentro la plástica, que contiene a las artes que guardan y tienen la capacidad de transmitir sentimientos mediante lienzos pintados o realizados de alguna otra forma, e indudablemente que ahí también está la fotografía, que junto con estas artes que nos presentan imágenes y con la escultura, son capaces de transmitirnos mediante iconos visuales, un sentimiento, el cual tiene la delicadeza y la fuerza suficiente, y necesaria, para poder arrancarnos un suspiro, una lagrima, un recuerdo o una esperanza.
Buena fortuna
Casualmente este curso coincidió con un día que tiene importancia capital para los pobladores de la comunidad Francisco Sarabia, comunidad y pobladores que prácticamente son los guardianes del sitio arqueológico de Tenam Puente, quienes de forma inmemorial, lo que yo he calculado, de acuerdo a las versiones y narraciones de mi madre y platicas que escuche, y tuve cuando era niño, con ancianos de esa comunidad; que hoy seguramente ya fallecieron, discrepo un tanto en el tiempo que lleva la realización de este ritual, con el tiempo que marca el arqueólogo Gabriel Laló Jacinto, quien ha narrado y descrito este ritual de procesión católica, efectuado en la cúspide de estas ruinas, a la cual intituló en un trabajo de investigación este arqueólogo como: La fiesta de mi pueblo.
La Virgen Corazón de María en Tenam Puente, Chiapas, texto al que por cierto le plagiaron; en cierta publicación, algunos párrafos de este trabajo de Laló Jacinto, a diferencia del trabajo de investigación periodística que nos presentó El Maestro Fredy Martín, de este texto también tomamos algunos párrafos, con sus respectivos créditos, para adornar las fotos. Así pues, este ritual fue el hecho y el motivo que hizo que Óscar León cambiara totalmente un día del curso-taller, por lo que se aprovechó ésta mística, antigua y hermosa tradición, a la cual los que asistimos a ese taller, a ese seminario, tuvimos la oportunidad de arrancarle un poco de su esencia y de su espíritu; su viejo espíritu, y lo dejáramos plasmado; yo calculo, en cerca de unas dos mil fotografías, de las cuales ya dentro del taller, y con la ayuda de Óscar, elegimos 56, que son las 56 fotografías que expondremos en éste su Meridiano90, las que iniciamos a dar a conocer el día de ayer.
Para degustar
Son 56 fotografías, no de todos los que iniciamos o terminamos este seminario, pero sí de la mayoría de los que fuimos alumnos, por breves cuatro días, de Óscar León Ramírez.
Por cierto para los que gustan leer este medio informativo y que nos prefieren; porque son personas que saben diferenciar el contenido, porque formatos y tamaños podrán ser iguales, o intentar copiar lo que hacemos, de todo a todo, pero para los que nos prefieren, ellos saben que el contenido es lo que nos diferencia y por ello hay una zanja tremenda; insisto, por el contenido, investigación, veracidad e incluso ortografía, entre nosotros y los xerox. Pero comentaba, para los que nos leen, tanto de forma impresa como en nuestro blog, en ambos hemos iniciado a exponer las 56 fotografías electas de ese ritual y que sirvieron para la inmejorable práctica de este taller.
Por ser quien es
La primera foto, la cual no tiene título y que expone como tema principal la convivencia familiar, que son las personas que llegaron al final del cerro, en donde está el altar principal, quienes después del cansado trayecto se sentaron al pie de los árboles a descansar, a comer, a beber, a disfrutar del paisaje y a estar con una sonrisa alegre, en una comunión franca y sencilla con la naturaleza.
La foto lo dice todo, su técnica, su manejo, su concepto y el escenario natural, y por sobre todo la maestría de su realización, hacen que nos conmueva.
Esta foto no podría ser de otro más que de Oscar León, el buen amigo Oscar, el maestro Oscar León, ya para hoy disponemos la foto del mejor alumno de este taller, quien por cierto estudia fotografía en Guadalajara, y que ha decir de Oscar; muy bien dicho ciertamente, es una joven promesa de la fotografía en México, se trata de José Antonio Barro, un artista sensible y sencillo, de quién por su conducto, tengo el honor y el orgullo de ser el nuevo poseedor de su primera cámara fotográfica, la cual un día; estoy seguro, la cacaraqueare y la presumiré como una joya, cuando diga que fue la primera cámara del enorme fotógrafo Toño Barro, así como un día, partir de hoy, presumiré que fui y soy amigo, y alumno del maestro de la fotografía Oscar León
Así es él
Para terminar el comentario de este día, y para adornar; inmerecidamente, estas humildes letras, dispongo en este espacio una fotografía que presenta a Óscar León Ramírez, enseñando a sus alumnos algunas técnicas empleadas en la fotografía.
La fotografía por sí sola habla, la cual es menester y es mi deber mencionar que pertenece y fue hecha por la reportera gráfica y quien es también una gran fotógrafa, Sulma Jiménez, con quien también tuve el honor de compartir el taller.
Pero comentaba que la fotografía es de todo a todo elocuente, la cara de Óscar nos muestra una entrega y una vivacidad profunda, con una enorme fogosidad demostrada en las líneas de expresión de su cara y la paciencia y energía que denotan sus manos, les podrá decir a ustedes, amables lectores, la calidad cognitiva y humana del maestro y del taller.
¿¡Qué más!?
Gracias Oscar por tu enseñanza, por lo que tu taller fue, tú mismo y también por tu entrega y falta de egoísmo, que han ocasionado en el espíritu de mi sobrina Joana una conmoción profunda. Gracias también a ti Toño Barro que ya haz también contribuido en esa tremenda conmoción y que hace que esta dulce niña se duerma y se levante con su cámara fotográfica muy pegada a ella, como si fuera un acto religioso o una constante y dulce declaración de amor
muchas gracias Oscar. Es cuanto