
Reclama Vance Center protección ante reforma judicial en México
Elba Esther Gordillo deberá esperar para obtener su ansiada prisión domiciliaria
· Sus mayores dolores: una familia rota, un amor muy enfermo y soledad carcelaria
· Aureoles recurre a El Peje, quien lo señala de ser corifeo de Peña desde la Cámara
Jamás he tuteado a Elba Esther Gordillo.
Durante muchas y largas y amenas pláticas –aún conservo el número de su celular privado- nos hablamos de usted.
Pero mi imagino el lenguaje del gobierno, asumido como representante del Estado, y seguramente le diría:
-Espérame tantito, Elba.
Porque políticamente no es el momento de darle la prisión domiciliaria en su penthouse de Galileo, en la colonia Polanco, o en la residencia de su hija en uno de los mejores clubes de golf de Huixquilucan, en el estado de México.
Y menos en San Diego, donde su casa californiana la espera junto con un yate cerca y una servidumbre nostálgica por las atenciones recibidas durante varios años de trato y por donde antes desfilaban los políticos mexicanos en busca de bendición y favores.
Su situación es ambivalente:
Por una parte, por su edad -70 años cumplidos en febrero pasado- tiene derecho jurídico a dejar su modesto cuarto con una cama sencilla, ventanas frente a muros, baño sin puertas, una mesita y visitas controladas.
Pero políticamente pasó algo ajeno a ella: la fuga de Joaquín El Chapo Guzmán del supuesto penal de alta seguridad de Almoloya, en realidad cárcel de pueblo con celda insegura aun para borrachos de vía pública, como nos lo han mostrado las autoridades.
En consecuencia, deberá esperar.
¿Hasta cuándo?
Tal vez hasta fin de año.
Salvo, claro, una decisión del Poder Judicial en contra de la voluntad el Poder Ejecutivo.
FAMILIA DESINTEGRADA Y AMOR ENFERMO
Como sea, Elba Esther Gordillo muestra los efectos de la cárcel.
Cuando fue detenida, el 26 de febrero del 2013, era una mujer fuerte, dispuesta a enfrentar los procesos con la esperanza de salir libre tras una larga pelea judicial y hasta con capacidad de recuperar el control del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Hoy su ánimo es distinto.
Primero invocó enfermedades reales, muy reales muchas de ellas, pero la justicia le negó el amparo y siguió su lucha.
Ahora recurre a su edad.
No hay voluntad política para permitirle la prisión domiciliaria.
En mal momento, porque ya ni su familia ni su cuerpo médico ni los amores de su vida están dispuestos a jugársela por ella y, si alguna vez la visitaron con frecuencia, ahora la han abandonado.
Tal actitud humana, cuentan quienes la han visto en fechas recientes, la ha sumido en una gran depresión y cuenta los días y las horas en las cuales verá una ventana de libertad como sería su departamento de Polanco.
También ve con tristeza cómo sus hijas –Maricruz Montelongo y Mónica Arriola– se han distanciado y entre sí y pelean por su herencia y el principal administrador de ésta, Francisco Yáñez, se encuentra postrado con enfermedades terminales.
Como consuelo sólo le queda su nieto, René Fujiwara, quien le ha mostrado lealtad.
Pero en fin, no adelantemos vísperas: esperemos el juicio de la justicia, y no es pleonasmo.
EL PEJE PREPARA A SUS NUEVOS NOROÑAS
1.- Los diputados actuales y futuros tuvieron ayer una probadita de cuanto les espera para la próxima Cámara de Diputados.
El actual representante mayor de Andrés Manuel López, Rafael Huerta Ladrón de Guevara, descalificó la actual Legislatura.
No hubo juicios políticos, dijo el diputado de marras, ni reformas exitosas ni nada para celebrar en los primeros tres años del gobierno de Enrique Peña Nieto.
Pero ya viene Morena y entonces sí la sociedad mexicana conocerá el color del sol.
Y 2.- Silvano Aureoles no esperó cambios en su partido, de la Revolución Democrática (PRD), para dar un paso audaz: invitó a López para un gobierno de coalición en Michoacán.
Sólo el tabasqueño sabe de antemano su respuesta, pero en privado no se expresa de la mejor manera sobre Aureoles, a quien acusa de corifeo del gobierno de Peña Nieto tanto como coordinador parlamentario del PRD como de presidente de la Cámara de Diputados.